El especialista de la Unidad de Tabaquismo del Hospital de la Princesa de Madrid manifestó a Servimedia que, como el médico no puede ayudar al paciente prescribiendo únicamente medicación, es necesario que le sugiera la mejor manera de modificar conductas que puedan ayudarle a dejar de fumar.

El doctor Jiménez Ruiz recomienda que, una vez que el pacient ha manifestado su intención de abandonar el tabaco, debe establecer una fecha como si fuera "una fiesta o un día especial", que tenga especial significación para él.

"Sería algo así como una fecha mágica que debería fijarse con una antelación de semanas o incluso meses para dar tiempo al paciente a concienciarse de su decisión y preparar aquellas modificaciones de conducta que contribuirán a superar la adicción", explicó.

El neumólogo es partidario de que el paciente haga un diario sobre sus hábtos tabáquicos, "anotando el momento del día, las circunstancias y situaciones asociadas con el consumo de tabaco, de los cuales se deducirán patrones de conducta cuyo conocimiento ayudará a evitar recaídas durante los días posteriores al abandono del tabaco, que son sin duda los más difíciles".

La tercera fase del plan está dedicada a eliminar gran parte de la ansiedad y el estrés relacionados con la transición del paciente a vivir sin cigarrillos. Consiste en adoptar conductas alternativas en aspects tan importantes en la vida de un ex fumador reciente, como qué hacer con las manos o con la boca.

ALTERNATIVAS Y RECOMPENSAS

Según el doctor Jiménez, las alternativas son múltiples "y pueden ir desde mascar un chicle sin azúcar o aficionarse por un tiempo al palo de regaliz, a ordenar y reclasificar cientos de tornillos y piezas de cualquier otro tipo para manter las manos ocupdas".

También hay que establecer un sistema de recompensas. La más común es la hucha en la que se deposita el dinero horrado por no fumar y que se gasta en algún capricho. "Marcar los días en que no se ha consumido tabaco en un calendario, mencionar con frecuencia un listado de razones positivas para no fumar, y mantener un contacto regular con amigos que han abandonado el tabaco", enumeró.

En cuanto a las medicaciones de ayuda, este especialista señala que el mejor momento para administrarlas es el día en que abandona el hábito y durante las dos semanas siguientes.

"El síndrome de abstinencia nicotínica, puramnte físico, es muy intenso y ocurre durante las dos primeras semanas. Tras este periodo, la privación biológica deja paso a los factores psicológicos", apuntó.