Para él, la explicación del aumento no se debe a nuevas campañas contra el consumo de tabaco: "Parece consecuencia de la subida de la fiscalidad del año pasado y del anuncio hecho por el Gobierno de que la sanidad se va a financiar fundamentalmente por los impuestos sobre el alcohol y el tabaco", dijo.

Subrayó que, de confirmarse este último extremo, se sustraerían al debate parlamentario políticas presupuestarias. Señaló la paradoja de que el tabac, "dañino para la sanidad, se encargue de financiar la sanidad, que a su vez se ocupa de que no se consuma tabaco. Es la pescadilla que se muerde la cola".

La conclusión, según él, es que "al final, la sanidad no tendría financiación si se cumplieran los objetivos de que no se fumara, lo que sería un contrasentido".

Por su parte, el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Javier Arenas, que se encuentra en Sevilla para acudir a un encuentro con el Ejecutivo autónomo y los agentes sociales andalucs, desmintió que el Gobierno haya promovido la subida para lograr más ingresos en impuestos especiales. "La acusación no tiene fundamento, en mi opinión", afirmó.