Larraz afirmó que está siguiendo con mucho interés la iniciativa de la Junta de Andalcía de demandar a estas compañías por los recursos sanitarios que la Administración debe destinar a las enfermedades producidas por el tabaco.

Larraz señaló que, mientras otras empresas asumen las consecuencias sociales de su actividad, como el control de los contaminantes, las tabaqueras sólo contribuyen a las arcas públicas con el Impuesto de Sociedades y en los mismos términos que otras, "que no fundamenta su negocio en un producto perjudicial para la salud".

"Es una falacia", agregó, "que la ndustria contribuya con un impuesto especial sobre el tabaco, porque éste lo paga el consumidor y las tabaqueras se limitan a recaudarlo como ocurre por ejemplo con el IVA".

A su juicio, los precios asequibles de los cigarrillos favorecen su consumo, mientras que el objetivo de los servicios de salud debe ser evitar el inicio en el hábito tabáquico y la reducción al máximo del número de fumadores.