Alvaro Garrido, portavoz del Club de Fumadores para la Tolerancia, declaró hoy a Servimedia que esta y otras poibles demandas que se presenten en el futuro pueden provocar "una psicosis social que lleve a que aumente la presión, ya excesiva, sobre los fumadores".

Garrido mostró su preocupación ante la posibilidad de que este tipo de iniciativas legales puedan inducir a un deterioro de las relaciones entre los fumadores y los no fumadores.

Sin embargo, se mostró convencido de que la demanda interpuesta por la familia de Emilio Carramiñana "no tiene sentido", ya que las cajetillas de tabaco advierten de losriesgos contra la salud que entraña su consumo.

Según Alvaro Garrido, los fumadores cuentan con suficiente información en relación a los riesgos que acarrea fumar, aunque aseguró que el consumo moderado "no es tan malo como se dice", al tiempo que recordó que los fumadores aportan al erario público alrededor de 700.000 millones de pesetas anuales vía impuestos.