El plan del comisario prevé la disminución de los niveles máximos de alquitrán desde los 12 miligramos actuales a 10, así como la disminución del contenido de nicotna y otras sustancias nocivas del tabaco.

Además, Byrne quiere prohibir la venta de cigarrillos a los menores de 16 años, aunque siempre con la posibilidad de que los estados que tienen una normativa más dura en este aspecto puedan mantenerla.

Según este plan, habrá mayores controles sobre la ubicación de las máquinas expendedoras de cigarrillos, para evitar que sean comprados fácilmente por jóvenes menores de edad, así como una normativa más estricta sobre el contenido del etiquetado y medidas pra que los fabricantes informen a las autoridades sanitarias nacionales de todos los ingredientes de sus productos.

El plan se enmarca dentro de los preparativos que realiza la Comisión Europea con vistas a las negociaciones para un tratado de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que podría estar cerrado en el 2003. No es descartable que incluya la prohibición mundial de la publicidad del tabaco y un aumento de los impuestos que lo gravan.