Según el máximo responsable de Tabacalera, que acudió al Congreso para explicar los objetivos de la empresa en 1993, la compañía obtendrá por su negocio tabaquero unos beneficios de 22.700 millones de pesetas en 1992, frente a los 19300 que obtuvo el pasado año por el mismo motivo, mientras que las participaciones alimentarias del grupo reportarán unos dividendos de 1.280 millones de pesetas, 248 más que el ejercicio anterior.

Germán Calvillo cifró en 590.600 millones de pesetas los ingresos que Tabacalera espera tener hasta finales de año. De ellos 553.000 millones proceden de las venta de tabaco y 37.600 de la facturación de alimentos.

Sin embargo, advirtió que de esa cifra habrá que descontar 322.000 millones de pesetas, ue deberá entregar la empresa a Hacienda por su actividad de recaudador indirecto de los impuestos especiales sobre el tabaco.

Para 1993 las previsiones presupuestarias sitúan en 700.864 millones de pesetas los ingresos totales del grupo Tabacalera, de los 311.593 corresponden a la tributación al fisco que deberán descontarse.

Estas cifras sitúan los beneficios estimados de la compañía para el año próximo en 21.811 millones de pesetas, que se quedarán en un dividendo neto, depués de impuestos, de16.020 millones.

Calvillo señaló que el grupo que preside ya ha iniciado un proceso de venta de activos públicos con el visto del Ministerio de Economía, en el que se incluye la desinversión en Lesa y Royal Brands.

Sobre la primera operación, aseguró que aún no se ha concretado la oferta conjunta que habían anunciado varias industrias lácteas asturianas y gallegas, y respecto a la segunda señaló que se iniciará un proceso similar cuando concluya su actual programa de saneamiento.

Afirmó que stas empresas no forman parte del núcleo de negocio de Tabacalera y por tanto no tiene sentido mantenerlas en el grupo. Aunque aseguró que su destino es la venta, señaló que eso sólo será posible cuando el mercado esté estable y el saneamiento financiero de las sociedades permitan garantizar la obtención de plusvalías.

Como ejemplo de esta filosofía privatizadora Calvillo citó el caso de Lesa, que en 1991 obtuvo unas pérdidas de 1.339 millones de pesetas y espera cerrar el presente ejercicio con unos eneficios aproximados de 500 millones.