Mansilla expresó su desilusión por la "congelación" de un proyecto de ley que había exigido duras negociaciones entre las compañías, los partidos políticos y los sindicatos del sector, aunque señaló como alg más preocupante el vacío legal en el que se puede incurrir si el Gobierno resultante en las urnas no actúa con rapidez en esta materia.

El problema jurídico suscitado consiste en que la CE cuenta ya con un paquete de directivas que pretenden ordenar la normativa del sector asegurador en los "doce" y que son obligatorias para todos los Estados miembros entre el 1 de enero y el 1 de mayo de este año.

De no cumplirse con la transposición de esas directivas, dijo Masilla, puede ocurrir que se incurr en irregularidades jurídicas o que se impongan textualmente esas directivas en España, ya que existen sentencias del tribunal de la CE que obliga a tomar este tipo de medidas cuando existe vacíos legales en las normativas nacionales.

El presidente de las aseguradoras dijo que, aunque la Ley del Seguro recogía aspectos que no le gustaban a las empresas estaba consensuada, cosa que no se podía decir de otras leyes a las que les ha ocurrido lo mismo, como la de Huelga, y por cuya anulación del trámite prlamentario mostró su satisfacción.

"Estoy encantado de que no salga la Ley de Huelga", explicó, "porque era desalentadora de la inversión y suponía una hipoteca para la economía del país. Creo que no habrá empresario que no diga lo mismo", apostilló.

RESULTADOS 92

Félix Mansilla mantuvo un encuentro informativo para presentar el balance del sector en 1992, caracterizado por un volumen de primas de 2,4 billones de pesetas, que equivale a un incremento del negocio en el sector del 16,65 por cien aunque con ligeras pérdidas en buena parte de las compañías debido al aumento de los gastos derivados de la gestión, la siniestralidad y las indemnizaciones.

No obstante, el aumento del volumen de primas de seguros fue inferior al registrado en 1991, en torno al 24 por cien, lo que es justificado por las compañías en la recesión económica.

Durante el pasado año, el ramo de automóviles volvió a recoger la antorcha del ramo más deficitario del negocio de seguros en España con unas pérdidas globale de entre 32.000 y 35.000 millones de pesetas, a pesar de tener una buena evolución en los gastos de gestión, que descendieron el 1,8 por cien.

Sin embargo, la siniestralidad de los seguros de automóviles siguió siendo muy elevada, en torno al 84 por cien del volumen de primas, lo que sigue dejando un margen de mediación a las firmas del sector muy estrecho.