Civantos aseguró que en los primeros días de la semana tiene previsto reunirse con los otros tres forenses que deben valorar las pruebas practicadas en la segunda autopsia.

De estos tres expertos, dos participaron en el primer examen del cadáver tras su localización en 1993, y el tercero es el director del Instituto Anatónimo Forense de Madrid. Según Civantos, en la reunión con los otros forenses mantendrá que Susana Ruiz murió asesinada, seguramente de un golpe en la cabeza, algo que probarían signos de violencia como un diente roto o el hecho de que la cremallera de la joven pareciese violentada.

Sobre la impresión de los otros expertos, Civantos aseguró que todos parecen descartar que la joven muriese de pequeños infartos como consecuencia de la ingestión de drogas, según las pruebas realizadas al cadáver en esta segunda autopsia.

Asimismo, Civantos afirmó que también parecen coincidir en que existe un golpe en la cabeza, aunque matizó que los dos forenses de la primera autopia aseguran que no encuentran nuevos datos que les hagan variar su veredicto de 1993.

En la primera autopsia se aseguraba que Susana falleció de varios pequeños infartos causados por la ingestión de drogas, cuando atravesaba un descampado después de asistir a una fiesta con unos amigos.

La segunda autopsia fue inciada el 30 de febrero de 1996, despué de que el juez encargado del caso aceptase la petión de los padres sobre las dudas existentes acerca de la muerte de su hija, que recientemente fue enterrada por segunda vez.