LOS SUPUESTOS MIEMBROS DE LOS NIÑOS DE DIOS NIEGAN PERTENECER A LA SECTA Y FOMENTAR EL SEXO ENTRE SUS HIJOS

- Comenzó el juicio contra diez presuntos inegrantes de la secta, para los que el fiscal pide 203 años de cárcel

BARCELONA
SERVIMEDIA

Siete de las diez personas acusadas de pertenecer a la secta Niños de Dios negaron esta mañana formar parte de la organización, durante la primera sesión del juicio que se celebra en la Sección Tercera de la Audiencia de Barcelona. Los encausados también negaron que mantuvieran relaciones sexuales con finalidades económicas y que fomentaran prácticas de sexo entre niños y adultos.

Los procesdos, que se definieron ante el tribunal como una familia misionera independiente y de inspiración cristiana, están acusados como presuntos responsables de delitos de asociación ilícita, estafa, lesiones psíquicas a menores y fundación de una escuela ilegal. La fiscal pide penas que suman 203 años de cárcel.

En sus declaraciones, los supuestos miembros de Niños de Dios argumentaron que la secta se disolvió en 1978 en Cataluña y que desde entonces, a pesar de que algunos de ellos reconocieron que habíanestado relacionados con la misma, cada persona estableció sus propios criterios de forma individual, sin seguir directrices respecto a su modelo de vida.

Asimismo, los siete acusados aseguraron que una profesora titulada se encargaba de la educación de sus hijos en el chalé que tenían en Collbató (Barcelona) cuando la secta fue desarticulada en 1990. Según sus testimonios, los 22 niños que vivían en la comunidad recibían las clases en inglés, basándose en el método conocido como "home school".

Un de los inculpados, Lucas Hernández, dijo ante el tribunal que ellos mismos querían participar "personalmente" en la educación de sus hijos porque "nos creíamos capacitados". "No queríamos dejarlos en un colegio para que se encargaran otros".

Respecto a la supuesta financiación ilegal del grupo, las siete personas que declararon hoy aseguraron que recibían limosnas para ayudar a otros sectores desprotegidos de la sociedad. Los adeptos indicaron que se ganaban la vida vendiendo su propio material.

Asimismo, los siete encausados negaron haber fomentado y desarrollado una conducta sexual hacia sus hijos y, sobre las acusaciones de cometer un delito de asociación ilícita, se ampararon en su derecho a escoger su forma de vivir y con las personas que quisieran.

El presidente del tribunal consideró inoportunos los intentos de la fiscal del caso para demostrar que el grupo se regía por unas directrices sectarias que respondían a los criterios de las 'Cartas de Mo', enseñanzas recogidas por el fundadorde Niños de Dios, David Berge. En su opinión, la acusación pública debía centrarse en los cuatro delitos concretos de que se les acusa.

Los 22 hijos de las parejas del grupo vivieron entre el verano de 1990 y 1991 en un centro de menores de la Generalitat apartados de sus padres, aunque éstos recuperaron la tutela por decisión de la Audiencia de Barcelona.

La fiscal mantiene que Niños de Dios es una secta destructiva "de carácter pseudorreligioso y estructura piramidal", y que los niños eran someidos a "un total adoctrinamiento" y "un aislamiento absoluto", lo que les causó "trastornos en la vida afectiva".

(SERVIMEDIA)
14 Jun 1993
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