El Ayuntamiento, dirigido por el presidente del Atlético de Madrid, aprobó con carácter de urgencia las obras de jardinería que deberían realizarse en la carretera que une Marbella con San Pedro de Alcántara, para las que se necesitaba una dotación presupuestaria de 150 millone de pesetas.

El gobernador civil de Marbella, a la vista de las supuestas irregularidades en la actuación municipal, recurrió la decisión de Gil, y alegó que al consistorio marbellí no le habían sido otorgadas las pertinentes autorizaciones de obras por parte del Ministerio de Obras Públicas y Transporte, además de supuestas incorrecciones administrativas en la ampliación presupuestaria.

El Supremo recuerda que el presidente de la corporación respectiva -en este caso Jesús Gil- puede ordenar "la probación de un crédito extraordinario en todos aquellos casos en que se hubiesen de realizar gastos que no puedan demorarse hasta el siguiente ejercicio".

En cuanto a la no obtención de la autorización del ministerio correspondiente, la sentencia asegura que el acuerdo municipal de suplemento presupuestario no supone el inmediato inicio de las obras, sino el punto de partida del proyecto.

Para el Supremo, la habilitación especial de 150 millones aprobada por el GIL (Grupo Independiente Liberal) s el inicio "necesario" para un proyecto en el que luego se pueden obtener los permisos necesarios.