El Alto Tribunal ha justificado su negativa a conceder la pensión en que el joven soldado no murió en acto de servicio, según consta en la resolución judicial

Los hechos se remontan al 10 de octubre de 1988, cuando el cabo Silvino Alvarez regresaba en coche a aragoza, junto con otros cuatro compañeros, después de disfrutar de un fin de semana de permiso en Oviedo, donde residía.

El permiso de fin de semana comenzó el viernes 7 de octubre y finalizaba el lunes 10, con el toque y lista de diana. El accidente que acabó con la vida del cabo Alvarez y de sus cuatro compañeros de viaje se produjo en el término municipal de Gallur (Zaragoza), cuando el vehículo invadió el carril contrario de la calzada y fue arrollado por un camión.

La Audiencia Nacional, qu estudió el caso, dictaminó que el cabo había muerto en acto de servicio, por lo que sus familiares, en este caso, la madre del fallecido, tenía derecho a cobrar una pensión.

El abogado del Estado, en representación del Ministerio de Defensa, recurrió la decisión de la Audiencia Nacional ante el Tribunal Supremo, que finalmente ha decidido dar la razón al Estado.

Para denegar la pensión a la madre del fallecido, el Tribunal Supremo argumenta que el trayecto desde su lugar de residencia en Oviedo asta la Base Aérea de Zaragoza es un paso "previo y preparatorio" a la prestación del servicio militar y no un acto de servicio en sí.