A la salida de su declaración, Bermúdez Alonso, algo irritado, negó que se hubiera quedado con dinero alguno y aseguró que la cantidad procedente de la indemnización está en un juzgado a la espera de que los demandantes -la familia del accidentado- puedan retiraro.

No obstante, el dinero ingresado no alcanza los dos millones de pesetas, mientras que la familia denunciante estima que debe recibir en torno a ocho millones, de acuerdo con una valoración realizada por una compañía de seguros.

Bermúdez Alonso reiteró su inocencia y calificó de "ridícula" su presencia en el Tribunal Supremo por una asunto de tan poca importancia. "Las personas pueden tener un precio, pero no un precio tan bajo: 1.200.000 pesetas es una cantidad irrisoria", insistió.

A preuntas de los informadores sobre el sentido de la denuncia que ha provocado su comparecencia en el Supremo y sobre la posibilidad de que fuera por motivos políticos, el diputado popular apuntó que tenía sus propias ideas sobre la cuestión, que las hará públicas una vez solucionada la cuestión y que mientras tanto no entrará en "más conjeturas".