En una sentencia, hecha pública hoy, el Supremo confirma que no debe demolerse lo contruído, al menos por el momento, a la espera de valorar si la decisión de rehabilitar el teatro romano, adoptada cuando el Gobierno valenciano estaba presidido por el socialista Joan Lerma, se ajustó a la legalidad.

El Alto Tribunal considera que si la Justicia anuló en su día el acuerdo de la Consellería de Cultura, Educación y Cincia de la Generalitat que aprobó el proyecto de remodelación, esto supone también "la anulación de la licencia de obras concecida para ponerlo en práctica".

El Supremo deberá pronunciarse en los próximos días sobre el fondo de la cuestión, contestando así al recurso presentado por el Ayuntamiento de Sagunto, que pidió que continuara la remodelación basada en el primer proyecto aprobado.