Ese plan hidrológico fue aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 18 de julio junto con los de las cuencas mediterráneas andaluzas y la del Guadalete y Barbate.

Greenpeace y Ecologistas en Acción constataron que las medidas aprobadas en el plan podrían llevar al “colapso hídrico” a la cuenca del Tinto, Odiel y Piedras, lo que vulneraría el derecho humano al agua en algunas de las poblaciones.

En este sentido, apuntan que podrían producirse “consecuencias socioeconómicas muy graves” para la zona por una previsión de asignación de agua “tan exagerada” que puede generar un “efecto llamada”.

En el recurso presentado, las organizaciones ecologistas alertan que el inventario de recursos hídricos previsto en el plan está sobreestimado y no contempla las reducciones de aportaciones que establecen los escenarios de cambio climático para el nuevo ciclo de planificación.

En lo que respecta a los usos y demandas, indican que este ciclo de planificación prevé un incremento de más del doble en las dotaciones para orientarlas a la obtención de beneficios de la producción agrícola industrial de regadío frente a otros usos. Para ello, el plan se apoya en una previsión de recursos hídricos que está “falseada”, según Greenpeace y Ecologistas en Acción.

“El plan debería ir en la dirección opuesta, contener la demanda para ajustarla a los recursos realmente existentes y plantear una disminución como consecuencia del cambio climático”, según Luis Berraquero, coordinador territorial de Greenpeace en Andalucía.

Berraquero añadió: “O se aborda la puesta en marcha de una transición hídrica justa que garantice el fortalecimiento de la agricultura social y profesional, frente a usos agrícolas especulativos de grandes empresas y fondos de inversión, o serán las familias más vulnerables del sector las que se verán afectadas por las reducciones de dotaciones que se realizarán a golpe de sequías”.

“Necesitamos garantizar que se alcancen los objetivos de mejora de estado cuantitativo y cualitativo de las masas de agua subterráneas establecidos por la Directiva Marco de Agua, cuyo cumplimento está muy lejos de ser alcanzado en el plan hidrológico presentado, así como una revisión de los vertidos mineros que, en la actualidad, están envenenando cauces y acuíferos”, recalcó Luis Domínguez, coordinador provincial de Ecologistas en Acción Huelva y representante en el Consejo del Agua de la Demarcación Hidrográfica Tinto, Odiel y Piedras.