Ya en octubre y noviembre del pasado año los comicios europeos se perfilaban como el examen en el que Podemos confiaba en demostrar su representatividad en el nicho ideológico de la izquierda, que al comienzo de la legislatura consideraban subestimada por Sumar en el reparto de puestos en listas y portavocías en el Congreso.

Con su ruptura definitiva en diciembre, cuando los diputados de Podemos pasaron al Grupo Mixto, estas elecciones han pasado a ser el duelo en el que disputan la hegemonía, y tal vez la supervivencia, en ese espectro demoscópico. Antes, los dos partidos se enfrentaron en las elecciones gallegas, con un desolador empate a cero en escaños, y en las vascas, con un pírrico 1-0 para Sumar, pero el ámbito estatal de las europeas, con circunscripción única que disimula las carencias de implantación territorial de ambos, las convierte en el verdadero campo de batalla en la izquierda.

Los dos contrincantes acuden con dos cabezas de cartel de perfil casi opuesto. Galán, activista durante 15 años en la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), de la que era directora general, carece de experiencia y renombre políticos, pero fuentes cercanas presentan su salto a Sumar como la prolongación natural de su trayectoria, ahora para ponerse en “el otro lado” sin haber perdido su cercanía a la realidad y para aplicar en propuestas y medidas su bagaje acumulado.

En Sumar aseguran que su voluntad es perdurar como eurodiputada, sin pretensión de ser comisaria europea, y alaban su transparencia, su claridad, su cercanía, su experiencia y su credibilidad tras sus años de activismo, sin necesidad de polemizar ni de alzar la voz.

DECISIÓN PERSONAL DE DÍAZ

Otras fuentes del espacio consultadas por Servimedia, en cambio, dudan de que Galán llegue a tener gancho político, y por tanto de la decisión de designarla como candidata, que atribuyen directa y personalmente a la vicepresidenta segunda del Gobierno y coordinadora general de Sumar, Yolanda Díaz. La escogió después de que se le disuadiera de otros nombres arriesgados como el del concejal de Más Madrid en el Ayuntamiento de la capital Eduardo Fernández Rubiño, o más consolidados, como el de la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau.

Por el contrario, todo Podemos deposita gran parte de sus esperanzas en las elecciones europeas, que sabe que son prácticamente la última carta que le queda para sostener el pulso con Sumar, en la carismática exministra de Igualdad. “Vamos a enfocar mucho la campaña en la persona de Irene”, apuntan en el partido, avanzando que sus actos tendrán casi todos formato de mitin para explotar la pasión con la que Montero enardece a sus simpatizantes mediante mensajes que polarizan un “nosotros” frente a un “ellos”.

Sumar buscará ese efecto movilizador con una notable presencia en campaña de la propia Díaz, y también con la diversificación por territorios de la campaña, con Andalucía reservada para Izquierda Unida en coordinación con Sumar, Cataluña para los Comunes y la Comunidad Valenciana para Compromís. En la candidatura quieren presentar esta pluralidad como una demostración de que ésta tiene “muchos números 2” a quienes se dará “visibilidad”, aunque en realidad ese puesto lo ostente Jaume Asens, de los Comunes; el 3, Vicenç Marzà, de Compromís; y la relegación al cuarto puesto llevara a IU a plantearse concurrír en solitario.

En principio, tanto Sumar como Podemos aseguran que no centrarán en su rival directo sus mensajes de campaña. Sumar pretende insistir en presentarse como el corazón de los avances sociales del Gobierno de coalición, y en marcar perfil propio respecto al PSOE tanto en temas europeos como nacionales.

En los primeros, la trayectoria de Galán contrastará nítidamente con los socialdemócratas, que apoyaron el Pacto Europeo de Inmigración que en Sumar ven inspirado en las ideas de la derecha. En los asuntos estrictamente españoles, la formación aspira a atraer tantos votantes socialistas como propios que se dejen llevar por el voto útil y la vitola de ganador del PSOE.

MENSAJES DE PODEMOS

Podemos, por su parte, reiterará su mensaje por la paz en Ucrania y contra la “escalada belicista” de la que presentan como partícipes a los socialdemócratas y los Verdes, el grupo de referencia de Sumar aunque el integrante de IU en su lista, Manu Pineda, vaya a engrosar el de The Left junto a los del partido de Ione Belarra.

El feminismo, la justicia social y fiscal y la lucha contra la “ola reaccionaria” serán otros de los ámbitos que mencionará Podemos en su gran preocupación, que es movilizar a su electorado. Todos ellos los comparte con Sumar, pero Podemos seguirá intentando distinguir el Gobierno del que ellos formaron parte en la anterior legislatura del actual, lo que tácitamente sí es una crítica a la formación de Díaz, a la que acusan de ser servil y cómoda para el PSOE.

Por coincidir, Sumar y Podemos también lo harán en la ciudad elegida para su arranque de la campaña la tarde-noche del jueves: Madrid. Al día siguiente, Irene Montero viajará al País Vasco, pero volverá el sábado a la capital a la llamada Fiesta de la Primavera de Podemos, un evento anual pero que en este caso se convertirá en un acto más de campaña, con la presencia de todos los grandes líderes y referentes del partido. Ese día, la vicepresidenta estará en su otra casa, Galicia, en el que será su primer mitin posterior al inicio de campaña.

El fin de semana de mitad de campaña, Díaz lo pasará en Sevilla y Córdoba, el sábado, y escenificará el acto central el domingo 2 en Madrid, con todos los candidatos presentes, mientras que Podemos prevé visitar Barcelona y Valencia. Esta última capital acogerá el cierre de campaña de Sumar, el viernes 7, pero los Comunes y Compromís tendrán sus respectivas clausuras en Cataluña y Valencia. Por su parte, Podemos lo celebrará de nuevo en Madrid.

A tres semanas de las elecciones, Sumar asegura tener garantizados como mínimo cuatro escaños, lo que permitiría el acceso de Pineda, el candidato de IU, mientras que Podemos ve muy factible obtener dos, el de Montero y el de la portavoz de su Ejecutiva y exportavoz en la Asamblea de Madrid, Isa Serra. Este segundo partido percibe a su rival a la baja en las encuestas, y a ese descenso atribuye que Sumar haya querido apropiarse en las últimas semanas de éxitos suyos como la prórroga hasta 2028 de la moratoria de desahucios que negoció en enero Podemos con el PSOE pero se apropió el martes Íñigo Errejón.