El suceso ocurrió minutos antes de la medianoche de ayer, cuando, al grito de "¡Yo en mi casa hago lo que quiero!", Rafael Latorre A., de 38 aos de edad, prendió fuego al combustible con el que había rociado el rellano de su vivienda.

Previamente, el vecino Miguel G.C., de 27 años, trató de disuadir a Rafael Latorre al adivinar sus intenciones y, al tiempo, comunicó los propósitos incendiarios al 091.

Rafael Latorre hizo caso omiso de los consejos de su vecino y prendió la gasolina. Como consecuencia del incendio, sufrió quemaduras en el 60 por ciento de su cuerpo y fue trasladado al Hospital de La Paz, donde quedó ingresado con pronósico muy grave.

Por su parte, Miguel G.C. sufrió pequeñas quemaduras en una de sus manos, de lo que fue atendido allí mismo por una ambulancia de la Cruz Roja.

Las llamas, que se propagaron fácilmente, destruyeron paredes, techos, escalera, seis puertas, ascensor y muebles comunitarios del descansillo, a pesar de la actuación de los bomberos, que trabajaron desde media noche hasta pasada la una de la mañana.

Los agentes de un vehículo radiopatrulla del Cuerpo Nacional de Policía, que acudió a lugar de los hechos nada más ser informados de lo sucedido, recogieron al presunto pirómano de la piscina a la que se había arrojado con el cuerpo en ignición.

Posteriormente, los funcionarios comprobaron que Rafael Latorre disponía de antecedentes psiquiátricos.

UN PUB DESTRUIDO

Por otra parte, en el número nueve de la calle Cerro de la Alcazaba, en el barrio de Entrevías, hubo un incendio en un "pub" que, aunque provocó la destrucción casi total del establecimiento, no causó víctimas.

Ls hechos ocurrieron sobre las 2 de la mañana en el Pub "Sí que sí", donde los bomberos actuaron durante más de tres horas, a pesar de lo cual no pudieron evitar que el fuego lo destruyese.

Fuentes de la Policía Municipal dijeron que desconocían las causas del siniestro y aseguraron que no se produjeron heridos porque el local estaba cerrado en el momento del incendio.