La acción de protesta, que provocó risas y algunos sustos entre los funcionarios, pretendía, según explicó el presidente del sindicato ganadero, Angel Eraúl, llamar la atención de las autoridades sobre la mala situación del sector, agudizada por la caída de los precios.

Eraúl señaló que el precio d un cerdo es de 2.200 pesetas, mientras que sus costes sobrepasan las 4.000 pesetas, lo que está provocando el cierre de numerosas pequeñas explotaciones ganaderas de Navarra.

El presidente de la UAGN reclamó una mayor regulación del mercado y el freno a la importación de 20.000 cabezas de ganado semanales y se refirió a la situación de otros países comunitarios, como Francia u Holanda, donde existen ayudas gubernamentales al sector porcino y se han creado entidades profesionales que regulan los mercaos.

"Aquí hay un olvido claro hacia ese sector -precisó- y lo que está ocurriendo es que día tras día están cerrando explotaciones. No se dan cuenta del soporte tan grande que es para la economía española la ganadería y nos tienen prácticamente abandonados".