Algunos de dichos centros ya han observado una disminución en la asistencia de personas con discapacidad y pacientes crónicos desde el pasado mes de abril, fecha en que los precios de la gasolina empezaron a subir en aquel país.

Asimismo, los servicios de transporte adaptados para personas con discapacidad, que responden a peticiones de particulares, han registrado importantes incrementos en su demanda, ya que al estar subvencionados resultan más económicos que el uso del coche particular.

Este es el caso de Sacramento Paratransit, organización sin ánimo de lucro que proporciona transporte a personas mayores y con discapacidad para ir al médico o a realizar gestiones, que registró el pasado mes de julio un aumento del 11% en su demanda.

"Las personas con discapacidad van a acudir más a nosotros porque sus familiares y amigos ya no pueden permitirse llevarles en su coche como antes debido a los precios de la gasolina", asegura Mary Steinert, directora de este servicio.

American Kidney Fund, asociación que facilita el transporte a enfermos que precisan diálisis, también ha registrado un aumento de las solicitudes de ayuda de un 31% durante los siete primeros meses de este año con respecto al mismo periodo del año anterior.

CancerCare, organización sin ánimo de lucro que brinda apoyo a enfermos de cáncer y sus familiares, también distribuyó 350.631 euros más en ayudas para el transporte entre junio de 2007 y junio de 2008 que en los doce meses anteriores.

Diane Blum, responsable de esta organización, afirma que están incrementando sus actuaciones para la recaudación de fondos, y reduciendo el importe de las ayudas para poder beneficiar a un mayor número de personas.

Blum añade que cada vez son más los pacientes oncológicos que están buscando centros de tratamiento más cercanos a su lugar de residencia, para ahorrarse dinero en desplazamientos.