Díaz-Fernández, que presidió hoy una junta extraordinaia de accionistas para aprobar los nuevos estatutos de la compañía y otra ordinaria para ratificar la cuenta de resultados, señaló que la estabilidad de los mercados de crudo permitirá a Campsa no variar los actuales precios en dos semanas.

No obstante, advirtió que un adelanto de la subida del tipo medio de IVA, del 13 al 15 por cien, obligaría a revisar los actuales precios de los combustibles a corto plazo.

El presidente de Campsa dijo también que la compañía seguirá siendo la responsable de fjar los precios de venta al público de los combustibles, hasta que se apruebe la Ley de Ordenación del Sector Petrolero, lo que está previsto que ocurra en el presente año.

Por otra parte, Díaz-Fernández señaló que aún no hay un acuerdo entre los accionistas de la compañía para crear una nueva marca y logotipo que identifique al antiguo monopolio de petróleos, ya que la imagen "Campsa" fue adquirida por el mayor accionista de la empresa, Repsol, en el momento de la segregación de los activos comercials.

La distribución de la red de gasolineras de Campsa (con 3.205 estaciones de servicio) permitió a las compañías que la formaban quedarse con una parte proporcional a su participación en la compañía, por lo que Repsol se quedó con el 66 por cien, Cepsa con el 25 por cien (incluido el 7,1 por cien de Ertoil) y BP Oil España el 9,2 por cien (trasla integración de Petromed).

El proceso de segregación de Campsa ha supuesto para la compañía una plusvalías de 62.000 millones de pesetas, de los que 21.00 millones estarán exhentos de tributación, y una reducción del capital de la empresa del 40 por cien, que queda en 14.011 millones de pesetas.