El STES considera "impresentable que el Ministerio de Educación y Cultura, por las presiones de la Conferencia Episcopal, quiera publicar un real decreto por el que s obligaría al alumnado que no quiere recibir enseñanza religiosa a cursar una materia curricular evaluable".

Para la confederación sindical, si el Gobierno aprueba una medida de este tipo vulneraría la doctrina del Tribunal Supremo, que en una sentencia de 1997 señaló que "nadie esá legitimado por la Constitución para imponer a los demás la enseñanza de cualquiera otras religiones o sistemas morales".

Asimismo, considera que si el Gobierno otorga la consideración de evaluable a la alternativa de eligión podría provocar una "guerra de religiones", que no favorecería a la actividad educativa.

Finalmente, el STES señaló que esta medida, junto con la equiparación salarial de los profesores de religión a los interinos y la implantación de conciertos en la Eduación Infantil de los centros privados, la mayoría religiosos, "empieza a demostrar quien manda en el ministerio".