Sandoval hizo estas manifestaciones durante una rueda de prensa en la que analizó la evolución de la compañía en el pasado ejercicio y planteó sus objetivos para 2009, más allá de si finalmente se lleva a cabo esta operación cuyo plazo culmina el próximo 31 de enero.

Spanair cuenta ahora con una flota de 47 aviones con una antigüedad media de 12 años. Está formada por 19 Airbus A320, 5 Airbus A321, 10 MD 82/83, 9 MD87 y 4 Boeing 717.

Como resultado del plan de viabilidad Spanair se ha desprendido recientemente de 15 aviones, 5 pertenecientes a Aebal (aerolínea que SAS acaba de vender) y 10 MD.

"Tenemos la aspiración desde hace algún tiempo de renovar toda la flota y la lógica aconseja hacerlo para reducir costes y mejorar la eficiencia", agregó Sandoval quien destacó que ahora puede ser un buen momento ya que en un contexto de reducción de demanda muchos aviones están dejando de operar y quedan en disposición de ser adquiridos.

En referencia al origen catalán de los nuevos inversores, Sandoval afirmó que se trata de "una oportunidad singular" y destacó que "la entrada de capital es siempre bienvenida".

Asimismo, señaló que "Cataluña encaja en la visión del negocio de Spanair" porque Barcelona ofrece una masa crítica tanto por población como por atractivo de negocios y de ocio que permite mantener una aerolínea fuerte y además está bien ubicada para realizar conexiones con Europa.

De hecho, según Sandoval al margen del éxito de la compra por parte de este grupo de accionistas Spanair mantiene su clara intención de ser la primera aerolínea en Barcelona ofreciendo un servicio de red en contraposición a la gran presencia de compañías de bajo coste, como la resultante de la fusión de Vueling y Clickair.

En cuanto a la posibilidad de ofrecer vuelos transoceánicos desde Barcelona, Sandoval admitió que no es algo que se esté planteando actualmente Spanair, ya que al formar parte de Star Alliance, la alianza liderada por Lufthansa, ofrece una gran variedad de vuelos a través de las 22 aerolíneas que forman parte de dicha organización.

Por otro lado, se refirió a 2008, año que calificó como "muy complicado para Spanair" ya que ha tenido que hacer frente a la implantación del plan de viabilidad, así como a las consecuencias del accidente del pasado 20 de agosto en Barajas y de la crisis financiera internacional.

Por ello, Sandoval considera que más allá de la posible entrada de nuevos accionistas Spanair "ha hecho ya sus deberes" para que dentro de un sector muy castigado ya antes de la crisisfinanciera global pueda salir adelante en el futuro gracias al redimensionamiento de la compañía que ha reducido rutas, flota y plantilla.

Con ello, explicó Sandoval, "Spanair pretende reducir sustancialmente sus pérdidas al cierre de 2009", aunque descarta que pueda salvar el año con beneficios, algo que difícilmente conseguirán doce de las 200 principales aerolíneas del mundo según el directivo de Spanair.

En referencia al expediente de regulación de empleo (ERE), Sandoval informó que a día de hoy se ha ejecutado el 60% del mismo que incluye la reducción de unos 700 puestos de trabajo y 600 traslados de pilotos y tripulantes de cabina a las bases de Madrid y Barcelona. El objetivo es concluir la aplicación del ERE en el mes de abril.

Finalmente, admitió que el accidente de Barajas "puso a la compañía en una situación muy difícil" ya que se produjo una importante caída de las reservas durante las semanas siguientes al siniestro que no se normalizó hasta el mes de noviembre.

Asimismo, explicó que "al margen del efecto del golpe a nivel humano", Spanair sufrió un impacto económico de unos 50 millones de euros derivado de la caída de las reservas y del efecto de la pérdida de imagen.