"Yo no esperaba salir, francamente. Va a sonar a chiste, pero me he enterado por la televisión", comentó un alborozado Sotos, que en una conversación mantenida desde un teléfono móvil a bordo del coche de su abogado, Miguel Bajo, celebraba lo vacío que estaba Madrid y lo fácil que era circular por sus calles.

Sotos expresó su agradecimiento a todos los que aportaron dinero para abonar la fiaza. "Creía que no era posible, pero se ha volcado toda la gente que ha podido y cuando sepa uno a uno quienes han sido, se lo agradeceré públicamente por lo que significa", indicó.