SOS Racismo denuncia en una nota de prensa que con esa propuesta recogida en el anteproyecto de reforma de la Ley de Extranjería, el Ejecutivo imita el racismo del Gobierno italiano.

"Con una medida como ésta se criminaliza y se aboca a la exclusión social a inmigrantes que son víctimas de una política de extranjería que no les deja otra salida. Nadie está sin papeles y de forma irregular por voluntad e interés propio", afirma la ONG.

Además, SOS Racismo asegura que el Ejecutivo está delegando en la sociedad funciones propias de los cuerpos de seguridad, "como son la detección de personas inmigrantes irregulares, fomentando un Estado policial".

"Ahora la sociedad civil deberá asumir un papel represor con estas personas o como mínimo mostrar una indiferencia, incompatible con la convivencia y la cohesión social", concluye esta organización.

Por ello, SOS Racismo anima a la desobediencia civil de la sociedad en general y de los movimientos sociales si finalmente esta medida sale adelante.