Soria y Sánchez Camacho hicieron estas declaraciones en rueda de prensa al ser preguntados sobre la decisión de San Gil de abandonar la redacción de la ponencia por discrepancias de criterio con sus compañeros y la dirección nacional del partido, que ha participado en la confección del texto a través de José María Lassalle, asesor directo de Mariano Rajoy.

Tanto Soria como Sánchez Camacho subrayaron que la ponencia ha sido "consensuada" por las tres personas que fueron designadas inicialmente para redactar el documento, incluida la presidenta del PP del País Vasco, María San Gil.

Soria adujo no haber hablado con su compañera del PP vasco en los últimos días, por lo que evitó pronunciarse sobre los motivos que le han llevado a abandonar la ponencia y a no presentar junto a sus compañeros el texto definitivo. "Habrá que preguntarle a ella por qué no está aquí", apostilló.

Sánchez Camacho no quiso dar detalles de sus conversaciones con San Gil y se limitó a respetar "totalmente" las "decisiones personales" que le han llevado a renunciar de la responsabilidad encomendada por la Junta Directiva Nacional del PP.

Además, explicó que los tres ponentes han tenido un par de reuniones en el último mes para fijar las líneas generales y que, además, en todo momento ha habido una comunicación "permanente y casi diaria".

Soria también manifestó su respeto hacia la decisión de San Gil y afirmó que "en modo alguno" considera una deslealtad que su compañera haya anunciado en el último momento que no suscribre el texto de la ponencia, el cual debe someterse a partir de ahora a las enmiendas de los compromisarios.

El presidente del PP de Canarias destacó que el documento definitivo que salga del XVI Congreso Nacional, y no el que ahora han presentado, será el que marque los "principios y valores" a seguir por los 750.000 militantes.

"NINGÚN TIPO DE DISCREPANCIA"

Soria fue todavía más allá al afirmar que "no hay ningún tipo de discrepancia" con María San Gil. Acto seguido, la catalana Sánchez Camacho ratificó esa visión al insistir en que "lo más importante es que se ha conseguido el objetivo de que la ponencia está consensuada" por los tres encargados de su elaboración.

El momento de mayor tensión llegó cuando, después de ser acribillados por las preguntas de los periodistas, se les planteó si tenían la sensación de estar pagando los platos rotos por Mariano Rajoy o su asesor José María Lassalle.

Previamente, admitieron que Lassalle ha cumplido con una función de "coordinador" de la ponencia de manera parecida a la ejercida por el secretario de Organización, Juan Carlos Vera, en la ponencia de Estatutos o al portavoz de Economía en el Congreso, Cristóbal Montoro, en la ponencia económica.

Sánchez Camacho calificó de "absurdo" que se quiera responsabilizar a la dirección nacional del partido de las diferencias de criterio que hayan podido surgir entre los ponentes y aseguró que ellos son los "únicos responsables" de lo ocurrido.

Sin embargo, tanto ella como Soria recalcaron a continuación que "no hay ninguna discrepancia" con María San Gil sobre el fondo de la ponencia porque sus planteamientos están incorporados tal y como ella los propuso.

Los puntos 83 y 84 de la ponencia política, de hecho, parecen escritos del puño y letra de la presidenta del PP vasco, ya que en ellos se afirma con rotundidad que el PNV tiene una "actitud siempre obstruccionista" en la lucha antiterrorista y que en los últimos años "ha contagiado al resto de nacionalismos que hay en España".

Desde la dirección nacional del PP fuentes oficiales eximen a Mariano Rajoy de cualquier responsabilidad en la crisis generada por el abandono de María San Gil de la ponencia política y achacan lo ocurrido exclusivamente a los ponentes.