Balder, junto a la asesora de adultos sordociegos de la Organización Nacional Sueca para la Educación Especial en Suecia, Ann Svensson, explicó que la sordoceguera adquirida, muy común entre las personas mayores, necesita un tratamiento diferente a la congénita porque "las personas mayores se mueren, pero aparecen otros sordociegos. Es un grupo que siempre está cambiando".

Por este motivo, es muy difícil hacer una estimación sobre el número de personas que padecen sordoceguera adquirida,aunque se cree que la cifra podría ser bastante elevada.

Las personas con sordoceguera adquirida son aquellas que nacieron con visión y audición normales y al llegar a la vejez fueron perdiendo oído y vista.

También se incluyen en este grupo las personas sordas o con deficiencias auditivas congénitas y que, además, tienen algunos problemas de visión, así como aquellas personas personas ciegas o con deficiencias visuales congénitas que tienen problemas adquiridos de audición.

Balder anunció e su ponencia que la próxima primavera expertos del ámbito de la sordoceguera en personas mayores se reunirán para intercambiar información y experiencias sobre esta materia. Sus conclusiones se expondrán en el III Seminario Europeo de la DBI que se celebrará en otoño de 1998.