Fraile visitó hoy la nueva sede de esta oficina, situada en los números 7 y 9 del paseo del Molino, que ha supuesto una inversión por parte del consistorio de más de 920.000 en obras de remodelación y adecuación de este departamento, que cuenta con un personal formado por cinco administrativos, dos mozos y un encargado de edificio.

Hasta el pasado 31 de agosto, el número de objetos perdidos depositados en esta dependencia municipal era de un total de 102.128. En 2004, los objetos perdidos que llegaron a esta oficina fueron 45.505, que añadidos a los que ya había depositados sumaban un total de 64.917, de los que 49.708 (el 76,5%) no fueron retirados, 10.749 (16,5%) fueron entregados a sus propietarios y 4.460 (6,8%) se otorgaron a las personas que los habían encontrado.

Los objetos perdidos que llegan a esta oficina son de lo más variopinto, desde un paraguas hasta un maletín, pañuelos o billeteras, entre muchos otros. Su procedencia también es muy diversa, desde taxis, autobuses de la EMT, el Metro, la vía pública, RENFE y AENA, hasta distintas dependencias como museos, el Planetario, audotorios o polideportivos.

Estos objetos permanecen en la oficina un máximo de dos años, por requerimiento del Código Civil, si antes no aparece su propietario. Pasado ese tiempo, el ayuntamiento notifica a la persona que encontró y depositó el objeto para que acuda a retirarlo. La oficina está abierta desde las 9,00 hasta las 14,00 horas, de lunes a viernes, y en 2004 fueron atendidas una media de 60 personas al día.

La nueva sede de la Oficina de Objetos Perdidos de Madrid, que antes estaba ubicada en Legazpi, cuenta con un local de 922 metros cuadrados que reúne unas condiciones más adecuadas, tanto para el personal que atiende a los ciudadanos, como para el público que acude a recoger y a entregar los objetos perdidos, según el ayuntamiento.