Sólo una acción urgente podría salvar su pureza genética --------------------------------------------------------
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Sólo una acción urgente ejecutada con medios y disciplina a través de organismos oficiales y sus correspondientes normas de reglamentación, podría frenar el proceso de degradación que sufren las poblaciones autóctonas de perdiz roja (alectoris rufa) española.
Un problema que es consecuencia de la "siembra" indiscriminada e incontrolada de decenas de miles de perdices de criadero, que tratan de cubrir las exigencias, crecentes año tras año, de la industria que explota un negocio que sus más directos beneficiarios denominan "caza".
Según exponen Félix Pérez y J.F. Pérez Gutiérrez en un trabajo que publican en el último número de la revista especializada "Caza y Pesca", resulta evidente que "en el caso de la perdiz roja, contemplamos un episodio que podríamos denominar de 'predomesticación'", entendida ésta como una etapa de tránsito hacia la definitiva cría en cautividad de este ave.
Esta situación satisface "los bjetivos económicos suscitados modernamente", pero arruina la pureza genética de una especie que, según los expertos, se había mantenido intacta hasta ahora.
UNA DEGRADACION SIN FRENO
Desde hace más de diez años, todos, cazadores, autoridades y ecologistas, comprueban la merma sistemática en las poblaciones de perdices salvajes en prácticamente toda la geografía nacional, hasta el punto de haber desaparecido de muchas áreas antaño de gran renombre perdicero.
También existe acuerdo en que la resonsabilidad de esa situación es una combinación de factores que van desde la presión de la caza y los de carácter natural (aumento espectacular de córvidos, mustélidos y rapaces), hasta el empleo indiscriminado y sin control de herbicidas y pesticidas altamente venenosos en la agricultura.
Los propietarios de muchos cotos, privados y también públicos o "sociales", y, especialmente, los que dirigen la llamada "industria de la caza" responden a esa situación con la distribución, cada año, de miles de pedices de repoblación que, aunque suelen disponer de suficientes garantías sanitarias, no es así en lo relativo a las genéticas.
Por ello, ambos especialistas piensan que la situación de peligro para la perdiz roja no es sólo amenazante, sino real y reposa en la desmesurada demanda que plantea el llamado "deporte cinegético", que en la actualidad está organizado al servicio del turismo exterior e interior.
Asimismo, destacan la "incontenible fuerza económica que es, sin duda, la más temible y podeosa", que atesora este turismo (las últimas ofertas de ojeos en fincas de Castilla-La Mancha plantean precios que oscilan entre 5.000 y 10.000 pesetas por perdiz abatida, sólo por el derecho de abate, a pesar de que casi todas serán de criadero y una mayoría soltadas con 24 horas de antelación a la cacería).
En su opinión, el desarrollo y proliferación de granjas dedicadas a la cría y recría de perdices rojas supone un problema con connotaciones de incidencia tan diferente como la recolección de huevo del campo, la cría de reproductores en cautividad en condiciones inadecuadas, las repoblaciones mediante la suelta de animales sin la adecuada preparación para su desenvolvimiento en el medio natural o el manejo inadeduado de los huevos.
Además, inciden en que provoca el cruce de la perdiz roja con líneas (perdices griegas) de mayor peso y capacidad de puesta, con el fin de incrementar el rendimiento económico.
LAS SOLUCIONES
Los autores del informe consideran que para mantener la pureza de esa especie hay que evitar los riesgos de cruzamiento en áreas naturales de la geografía española, definiendo reservas genéticas, controlar las granjas de reproducción y el estado sanitario y calidad genética de los animales importados e instaurar un servicio técnico de muestreo de perdices en el medio natural.
Finalmente, los dos investigadores recuerdan que el mantenimiento de "la pureza de nuestra perdiz es algo sagrado que merece muy seria consideración", por tratarse de un ave que constituye "un realo de la naturaleza a la península ibérica", capaz de asegurar, mediante una gestión inteligente de sus recursos, una razonable fuente de ingresos para muchas tierras pobres y áridas de España.
El sedentarismo o desafío de las condiciones medioambientales, "es, por su dureza, el factor más importante para alcanzar la resistencia orgánica, dureza, rapidez de reflejos, equilibrio sensorial, velocidad de vuelo, de arrancada, etc., que han hecho de la perdiz roja española la 'reina de la avifauna cinegétca'", según explican también Félix Pérez y J.F. Pérez Gutiérrrez, en su trabajo de análisis denuncia.
(SERVIMEDIA)
15 Ago 1991