Por otro lado, el porcentaje de mujeres de entre 25 y 50 años que trabaja fuera de casa alcanza actualmente el 80 por ciento, cuando en 1962 este índice apenas llegaba al41,5 por ciento, según publicó el diario "Le Monde".

Este porcentaje es superior a la media europea y demuestra que la mayor parte de las francesas no abandona su carrera profesional cuando tiene niños, contrariamente a lo que suele suceder en otros países europeos, como Alemania, Holanda o Gran Bretaña.

Además, el nivel de educación entre hombres y mujeres es hoy muy similar. Sin embargo, de las 2.071 grandes empresas que existen hoy en Francia, sólo el 6 por ciento tienen a su frente a una muje. Cuando se trata de los puestos de segundo nivel, las mujeres alcanzan a representar el 22,6 por ciento, indica el informe del Consejo Económico y Social de Francia, elaborado en 1996 y publicado recientemente.

En las 126.000 empresas galas con más de diez empleados, las directoras o jefes apenas alcanzan el 9 por ciento (menos de 12.000 mujeres).

La presencia de mujeres es inversamente proporcional a la dimensión de la empresa. Si en las empresas de 11 a 20 empleados ellas ocupan la dirección e el 11 por ciento de los casos, en las empresas de más de 500 trabajadores apenas representan el 2,9 por ciento.

En el ámbito de la función pública las cosas tampoco cambian. Sólo el 13 por ciento de los puestos directivos y de inspección general están en manos de mujeres. Entre los funcionarios de primera categoría, los hombres tienen diez veces más posibilidades de acceder a estas funciones que las mujeres.