A partir de octubre de 1985, fecha de inicio del plan, más de 11.000 personas recibieron asistencia en los diversos ambulatorios, centros de día, unidades de dsintoxicación hospitalaria, comunidades terapéuticas y pisos de tratamiento ambulatorio incluidos en el Programa Libre de Drogas; más del 70 por ciento de los tratados lo fueron en centros de asistencia ambulatoria.

Matías explicó que los procesos terapéuticos a los que son sometidos los toxicómanos duran aproximadamente un año. Sin embargo, estas terapias no aseguran que el drogadicto se haya "desenganchado" totalmente, ya que se exige un período de seguimiento aproximado de cinco años para comprobarsi está completamente restablecido, período que no realizan los centros públicos.

Las escasas esperanzas de conseguir la rehabilitación de los toxicómanos obedecen, según Matías, "a que no suelen tener la motivación suficiente para ponerse en tratamiento. Algunos están presionados por su familia; otros acuden porque tienen procesos judiciales pendientes y este tipo de tratamientos les atenúa la pena o porque han visto la muerte de algún amigo".

Según Encarna Pinto Martín, psicóloga de Proyecto Hobre, centro privado de rehabilitación de drogadictos que arroja índices más altos de éxito, un 40 por ciento de las personas que acuden a ellos abandonan el tratamiento en el primer mes, al haber superado los problemas iniciales que les llevaron hasta allí y no encontrar por tanto motivaciones para seguir.

TODOS SON REHABILITABLES

A juicio de Encarna Pinto, todo toxicómano es rehabilitable, ya que se trata básicamente de un problema de madurez personal.

El Proyecto Hombre, según Pinto Martín, h conseguido rehabilitar a un 80 por ciento de las personas que no abandonaron el tratamiento, cuya duración es de dos años y medio, viviendo en comunidades terapéuticas. El centro hace un seguimiento de sus clientes durante cinco años.

La comunidad madrileña es una de las más conflictivas en cuanto al problema de la droga, ya que soporta alrededor de un 10 por ciento de los drogadictos de toda España, según los datos recopilados por los especialistas de la CAM.

Durante 1989, los centros adscritosal Plan Regional sobre Drogas trataron a 4.443 personas, de las que 510 fueron reingresadas y un 30 por ciento abandonó el tratamiento de rehabilitación. Hubo además 183 casos de muerte por drogas.

Según explicó Juana Matías, para los especialistas los reingresos son un buen indicativo sobre la disposición del toxicómano hacia los servicios que prestan los centros y ambulatorios. El tiempo medio que dura el tratamiento es otro termómetro eficaz, porque los médicos consideran que cuanto más aguante el fectado, mejor.

PERFIL DEL DROGADICTO

Por lo general, el perfil del toxicómano que, según explicó Matías, "no es un enfermo, ni una víctima social, ya que tiene responsabilidad directa con su problema", no se ajusta al prototipo de persona marginal y cada uno vive una situación personal distinta. Un 80 por ciento de los que se someten a tratamiento son hombres y el resto mujeres.

Los drogadictos optan por la rehabilitación cuando llevan aproximadamente cinco años consumiendo estupefacientes, ensu mayor parte heroína, a pesar de que en los últimos años se ha comprobado que más de un 15 por ciento de los que acuden a los centros del Programa Libre de Drogas son poliadictos: es decir, consumen heroína y cocaína conjuntamente.

La mayoría de los toxicómanos asistidos tuvieron suprimer contacto con las drogas a la edad media de 18 años. El 61 por ciento accedió a ellas con su grupo de amigos.

Casi todos comenzaron su camino consumiendo primero alcohol y hachís y, tras un año probando la heoína esporádicamente, acabaron confirmando su adicción. Juana Matías dijo que no le parece apropiada la idea de establecer una frontera entre las llamadas drogas duras y las blandas.

25 AÑOS DE EDAD MEDIA

La edad media del drogadicto que opta por la rehabilitación es de 25 años y un 34 por ciento pertenece a la clase media-baja. La mayoría, un 62 por ciento, vive con su familia de origen mientras está en tratamiento.

Respecto a los estudios o cualificación profesional, un 39 por ciento no poseeni el título de EGB, un 32 por ciento pudo mantener el trabajo cuando acudió a los centros de rehabilitación, mientras que un 29 por ciento lo perdió por su adicción.

Sobre la relación droga-delito, el 47 por ciento de los toxicómanos madrileños que acuden a rehabilitación no sufren este tipo de problemas legales, mientras que un 21 por ciento los tuvo, pero los resolvió.