Solchaga hizo estas reflexiones a un grupo de periodistas, poco después de abandonar la reunión del Grupo Parlamentario Socialista, en la que participó para despedirse de sus compañeros y explicarles las razones que le llevaron a presentar la dimisión.

Tras una breve intervención ante el plenario socialista, que constituyó su último acto político, el ex ministro de Economía recbió una cerrada y prolongada ovación de los que han sido sus compañeros durante casi un año.

A su salida de la reunión, Solchaga explicó a un grupo de informadores que Almunia entrará en el grupo con mejor suerte, ya que él (Solchaga) tuvo que afrontar una situación de fuerte división en la ejecutiva, y en la que el grupo parlamentario no sabía muy bien a qué carta quedarse.

"Hoy no ha habido discusión sobre el candidato y Almunia es una persona extraordinariamente capacitada y uno de los polítics más serios y sólidos de los que yo conozco", indicó Solchaga.

Aseguró que su sucesor tiene también la confianza de sus compañeros "y eso es una buena entrada, en unos momentos en los que hay que extremar el cuidado, porque ya no tenemos mayoría absoluta y la situación política no es fácil ni para el Gobierno ni para el Partido Socialista. Entrar sin pisar callos o levantar reticencias o recelos es muy bueno para Joaquín Almunia y yo me alegro por él".

SOLIDARIDAD EN EL PSOE

Solchaga dijo que,con independencia de las críticas y discrepancias políticas que surjen en el partido, el PSOE "sigue siendo un partido, mal que le pese a mucha gente, y aquí se tiene un sentido de la solidaridad y de afecto que es absolutamente fundamental en la organización de cualquier actividad humana, a pesar de que ahora en la política está menos de moda que en otros tiempos".

El ex portavoz parlamentario socialista dijo que aún no tiene pensado qué hará en el futuro y que no tiene prisa a la hora de tomar una dcisión al respecto. Indicó que seguirá militando en el PSOE y que estará a disposición "de lo que los compañeros me puedan pedir en un momento o en otro, siempre que sea compatible con ganarme la vida".

A su juicio, lo más importante de su trayectoria como presidente del Grupo Socialista fue mantener una capacidad de trabajo y una flexibilidad en las posiciones que permitieran que, sin tener la mayoría absoluta, se alcanzara el respaldo parlamentario suficiente para sacar adelante cuestiones importants como los presupuestos.

Valoró positivamente el hecho de que la sociedad se haya instalado un clima de que se puede gobernar, aunque no sin dificultades, con el apoyo de grupos parlamentarios ajenos al Gobierno.