Solchaga hizo estas manifestaciones en la clausura de la Primera Semana de Economía Iberoamericana celebrada esta semana en la Universidad de Salamanca.

En su opinión, la lección que se desprende de la experiencia latinoamericana de los años ochenta es que la búsqueda de un mecanismo de estabilización económica indoloro tiene tan pocas posibilidades de éxio como la de los conquistadores españoles que perseguían Eldorado.

"Reconocer que la búsqueda de ese moderno Eldorado es una utopía que ha permitido, por acción u omisión, la aparición de los más descabellados y costosos intentos estabilizadores, es un síntoma de sentido común y es el primer paso hacia el éxito", aseguró.

Añadió que "pocas cosas quedan por inventar en la teoría de la estabilización económica" y que, a la vista de "costosos y sonados fracasos, hay que desaconsejar vivamente la pueta en práctica de programas heterodoxos".

No obstante, recalcó que "el ajuste económico requiere el reforzamiento de las redes de Seguridad Social, puesto que resulta imprescindible amortiguar los efectos negativos que sobre los más desprotegidos tiene la masiva reasignación de recursos que acompaña a un auténtico proceso de estabilización".

Agregó que la liberalización del sector externo y la desregulación doméstica se refuerzan mutuamente y "no es aconsejable adoptar una postura excesivamente tmorata en el reconocimietno de libertades económicas de los agentes".

Solchaga se felicitó por la caída de los "tabúes ideológicos" en Latinoamérica y la inclinación cada vez más generalizada en todo el mundo hacia la economía de mercado.

A su juicio, la cuestión ya no es si se produce o no el cambio hacia un sistema económico basada en el mercado "como a qué ritmo y con qué ayudas se cuenta para hacerlo".