Según informaron a Servimedia fuentes parlamentarias, Solbes se puso en contacto a lo largo de la mañana con casi todos ellos para cerrar la agenda de reuniones, que tendrán lugar en la sede del Ministerio de Economía y Hacienda de la madrileña calle Alcalá.

Las citas se han organizado sin un orden lógico. Tampoco siguen la habitual secuencia descendente en función del número de diputados de cada formación política.

La encargada de abrir la ronda de contactos será la diputada de Coalición Canaria Ana Oramás, el lunes a las 12 de la mañana.

Los encuentros más importantes tendrán lugar el martes. Solbes ha convocado conjuntamente a Gaspar Llamazares (IU) y a Joan Herrera (ICV) para ese día a las 9.30 de la mañana.

A mediodía pasarán por el despacho ministerial el portavoz del PNV, Josu Erkoreka, y su responsable económico en el Congreso, Pedro Azpiazu. Acto seguido, llegará el turno del portavoz del CiU en la Cámara Baja, Josep Antoni Durán i Lleida.

La jornada del miércoles está reservada, de momento, en exclusiva para Esquerra Republicana de Catalunya. Su portavoz parlamentario, Joan Ridao, ha quedado en verse con el ministro a las 16.30 horas.

El Bloque Nacionalista Galego, socio del Partido Socialista en la Xunta, se entrevistará con Solbes el jueves. El diputado Francisco Jorquera está citado a las 11.30 horas.

Por el momento, no hay fecha cerrada para las reuniones con el Partido Popular; ni con la diputada de Nafarroa Bai, Uxue Barkos; ni con la representante de Unión, Progreso y Democracia, Rosa Díez.

Fuentes del Ministerio de Economía y Hacienda precisaron a Servimedia que la agenda del ministro está pendiente de cerrarse todavía, por lo que no se descarta que pueda haber variaciones de fechas u horarios.

Para sacar adelante las cuentas públicas con mayoría absoluta (176), el Gobierno precisa encontrar el apoyo de al menos siete diputados, aunque también podrían aprobarse por mayoría simple si algún grupo minoritario se abstiene.

El propio Solbes ha admitido recientemente que este año, debido a la situación económica, es más complicado lograr el apoyo de los partidos, si bien confía en que puedan aprobarse estos Presupuestos. De no ser así, se prorrogarían las actuales cuentas.

El Gobierno ya tuvo problemas el año pasado para sacar adelante los Presupuestos, puesto que se encontró con un veto en el Senado de PP, CiU, CC y cuatro parlamentarios de ERC.

Las cuentas públicas fueron devueltas al Congreso, donde el PSOE tuvo que recabar el apoyo de IU-ICV, PNV, BNG, Nueva Canarias, Chunta Aragonesista y un diputado escindido del PP para levantar el veto y aprobar los Presupuestos.