En rueda de prensa, Solbes explicó que este fondo de 30.000 millones de euros, que podría ampliarse hasta 50.000 millones, no tendrá un coste para los ciudadanos, aunque sí elevará la deuda pública.

"El sistema tiene que ser un sistema que no cueste ni un céntimo", insistió Solbes, tras apuntar que no se trata de una ayuda pública, sino de una medida para "corregir temporalmente un defecto" que el mercado tiene.

El ministro de Economía y Hacienda explicó que los activos "de calidad" que se adquieran a las entidades financieras generarán unos rendimientos superiores o iguales al coste que producen.

En su opinión, se trata de una medida que genera un mercado de financiación a medio y largo plazo "que puede ser importante para romper el bloqueo".

"No estamos hablando de un programa de apoyo por razones de solvencia a las entidades financieras españolas. No hay necesidad de llevar a cabo una actuación de ese tipo porque la situación es enormemente cómoda", puntualizó Solbes.

Preguntado sobre si existe un pacto de recompra de estos activos, una vez que los mercados hayan vuelto a la normalidad, Solbes dijo que "estamos viendo los pros y los contras". En su opinión, puede tener "un cierto sentido" porque hay que proteger los derechos de los contribuyentes.

"Ésa es nuestra contribución para que el sistema financiero vuelva a jugar su papel", finalizó el ministro de Economía y Hacienda.