Solbes señaló que los objetivos de Convergencia de "congelar" las transferencias de capital estatal a las empresas públicas en los niveles de 1992 es bueno, pero reconoció dificultades para hacerlo en la actual situación de crisis industrial.

Señaló que la política emprendida hasta ahora por el Ejecutivo es la de reducir la aportación global del Estado, y citó el caso del grupo Tene, en el que se está planteando la venta de participaciones, concretamente de Endesa, para compensar los malos resultados de otras empresas del grupo.

Sin embargo, citó casos en los que la simple venta no es posible, como Hunosa, los astilleros o la siderurgia, en donde "hay que aproximar algunas empresas a la realidad cambiante". En su opinión, los compromisos anteriores de reducir aprtaciones a este tipo de empresas deben mantenerse hasta 1997, aunque advirtió que "esto no quiere decir que a partir d esa fecha vayan a desaparecer".