SOLANA PIDE A LAS UNIVERSIDADES ESPAÑOLAS QUE ESPECIALICEN SU OFERTA EDUCATIVA
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El ministro de Educación y Ciencia, Javier Solana, manifestó hoy que las universidades españolas deberán adquirir antes del año 2000 un perfil distintivo y específico, de forma que puedan diferenciarse por las enseñanzas que ofrezcan, así como potenciar las carreras técnicas y centrarse en aumentar las titulaciones de ciclo corto.
Estas son las principales líneas del informe presentado hoy por el ministro sobre la "Programación de la Enseñanza Superior en las Universidades" del trritorio MEC, un documento que pretende ser un marco de referencia para debatir con las juntas de gobierno y los consejos sociales de las universidades el modelo que estas instituciones deberían adoptar antes del año 2000.
El documento, que comenzará a ser discutido el próximo 25 de enero, se presenta, según dijo el ministro, en el momento más propicio: el de acometer la reforma de las titulaciones universitarias, prevista para el próximo curso, y que tendrá un coste de 60.000 millones de pesetas a fianciar por el MEC y las comunidades autónomas con competencias en educación en los próximos ocho años.
Solana manifestó que la programación que propone el documento pretende combinar las futuras necesidades sociales y laborales con las demandas "razonables" de los estudiantes, teniendo en cuenta las disponibilidades económicas de los próximos ocho años.
La propuesta inicial de diálogo que el documento quiere propiciar entre las universidades y la Administración, así como con los empleadores, propne en primer lugar que las universidades españolas inicien un proceso de especialización de su oferta educativa y adquieran un perfil distintivo.
Sería conveniente crear una tipología de universidades en España, manifestó el ministro, porque "no todas las enseñanzas tienen porqué estar presentes en todas las universidades", y distinguió entre centros que tengan una demanda generalizada de enseñanzas (como Derecho o Económicas) y aquellos otros que tengan una demanda específica (como Ingeniería Naval). Igualmente, consideró adecuado que las universidades se decidan a agrupar su oferta en algunas de las cuatro o cinco áreas de conocimiento y que las que estén próximas geográficamente se distribuyeran las titulaciones, para evitar repeticiones.
Por otro lado, la reforma de las titulaciones también deberá obedecer a criterios económicos, y las universidades deberían implantar titulaciones cuyo coste por alumno sea razonable.
Otras de las cuestiones que es preciso solucionar, a juicio de Solan, es la escasez en nuestro país de estudiantes de carreras técnicas, que serán cada vez más demandadas por el mercado laboral, así como la desigual relación de alumnos de carreras de ciclo largo con las de ciclo corto.
Según dijo el ministro, el 70 por ciento de los universitarios españoles estudian carreras de ciclo largo, mientras tan sólo un 30 por ciento lo hacen en las de ciclo corto, una relación que no se corresponde con la de los países comunitarios.
Solana avanzó también que la demanda d enseñanza superior de los próximos ocho años se mantendrá constante o crecerá levemente, e informó que nuestro país ha tenido el crecimiento de la población universitaria más rápido de toda Europa.
Frente a la opinión mayoritaria, el ministro añadió que "la universidad española no es una fábrica de parados, puesto que tiene una tasa de ocupación alta", establecida en un 30 por ciento de los licenciados, aunque no especificó si estos trabajadores desempeñan labores correspondientes a su categoría profsional.
Finalmente, aludió a la distribución de los estudiantes españoles por áreas temáticas en comparación con los países comunitarios, siendo menores los alumnos españoles en Ingeniería y Tecnología, aunque el total de los europeos también está por debajo de los estadounidenses y japoneses.
(SERVIMEDIA)
09 Ene 1992
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