España tiene unas condiciones muy favorables para el ocio acuático, tanto por la climatología como por los 8.000 kms. de costa, con más de 3.000 playas y 172.000 kms. de cauces fluviales, además de pantanos habilitados para el baño. Sin embargo, los ahogamientos suponen un verdadero problema de salud pública y en nuestro país se sitúa entre las tres primeras causas de muerte no intencional.

En este sentido, según el grupo de socorrismo, el 80% de los ahogados se concentra en los meses de verano. Asimismo, se estima que el ahogamiento mortal en España causa más de 400 víctimas anuales, aunque las personas tratadas por los servicios de urgencias pueden multiplicarse de tres a cinco, por lo que la carga del ahogamiento se estima entre 1.200 y 2.000 casos anuales con diferente severidad.

En cuanto a las edades de las víctimas, los niños más pequeños (hasta los cuatro años) se ahogan frecuentemente en piscinas, principalmente particulares, por falta de supervisión y durante la sobremesa, mientras que los adolescentes suelen ahogarse en entornos naturales (playas, pantanos y ríos).

El coordinador del Grupo de Socorrismo de SEMES, Roberto Barcala añadió al respecto que el ahogamiento es prevenible, si bien “es necesario informar a los usuarios de los riesgos y desmitificar las falsas creencias entorno a los incidentes acuáticos”.

El Grupo de Socorrismo de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias aconseja vigilar a los niños de cerca, en cualquier actividad náutica usa el chaleco salvavidas, buscar playas vigiladas, respetar las banderas del mar y si ves a alguien que se está ahogando, alertar a los servicios de socorro, y tratar de arrojar algún material de flotación para que la víctima se pueda agarrar y mantenerse a flote.

Asimismo, insisten la aplicación de maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) de manera inmediata cuando una persona ahogada no respira.