El presidente de la delegación socialista española, Enrique Barón, expuso en un encuentro informativo en Madrid los motivos por los que se ha promovido la iniciativa que se debatirá el miércoles de la próxima semana.

"Esta no es una guerra contra el PP, es una lucha para intentar superar el terrorismo de ETA. Nuestro enemigo es ETA y, en principio, nuestro socio nacional es el PP, que ha sufrido como nosotros", dijo Barón.

Recordó que la Unión Europea ha mostrado siempre su solidaridad y su colaboración con España en la lucha contra ETA, como ha hecho también con otros países que han padecido un terrorismo "doméstico", especialmente el Reino Unido.

En este caso, en el proceso de paz con el IRA, la Unión Europea expresó su respaldo al Gobierno británico ya en 1993, y desde entonces, subrayó, las instituciones comunitarios han dedicado unos mil millones de euros a ese proceso.

Ese dinero se ha dedicado a políticas de reestructuración industrial, pero también a la formación y reeeducación en valores comunes, democracia y paz.

España no está reclamando dinero, precisó, pero sí un respaldo político y humano al que tiene derecho y que, además, forma parte "de la lógica y de la tradición" de la Unión Europea.

"NO SE PUEDE VOTAR EN CONTRA"

Enrique Barón dejó claro que la iniciativa ha sido de los socialistas, junto a Izquierda Unida, CiU, PNV y Los Verdes, englobados cada uno en su correspondiente grupo, y en ella nada ha tenido que ver la izquierda "abertzale".

Barón rechazó también de plano las interpretaciones de que esta iniciativa responde al deseo de ETA y su entorno de "internacionalizar" el conflicto. Si alguien cree que el Gobierno español se está prestando a los objetivos de los terroristas, sentenció Barón, lo que debe hacer es acusar formalmente al presidente "de alta traición".

No se trata de involucrar a la Unión Europea en una negociación, argumentó, sino de dejar claro el respaldo. Las bases, explicó, son la moción aprobada por el Congreso de los Diputados en mayo de 2005, y la mención al terrorismo en España en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno del pasado mes de marzo.

La declaración formal serán apenas cinco líneas, en las que los promotores, dijo Barón, han huido de polémicas con una redacción casi "ecuménica".

Habrá un recuerdo a menciones expresas de la Unión Europea sobre el terrorismo en España, la condena sin paliativos a la violencia y el respaldo a la democracia, la expresión de la solidaridad y el apoyo a las víctimas, y el respaldo al proceso de paz en los términos definidos por el Congreso de los Diputados.

Con esa redacción, dijo Barón, se pueden añadir cosas, "pero no se puede votar en contra", por lo que esperan que el PP presente una enmienda "de compromiso", es decir, una transaccional, sobre la que se pueda intentar un acuerdo.

"ACOGIDA EN EL PPE"

Lo que busca la iniciativa es un respaldo expreso de la Comisión Europea y del Consejo de Ministros ante el Parlamento Europeo, con un debate posterior en el que intervendrá un portavoz por grupo.

En principio, los oradores serían los presidentes de grupo, que tanto en el caso de los socialistas como de los populares son de nacionalidad alemana. No obstante, los socialistas barajan también la posicbilidad de que en su nombre intervenga también Bárbara Durkhop, viuda de Enrique Casas, asesinado por ETA.

Aunque no pudo avanzar lo que harán los populares europeos en esa votación, Barón subrayó que el Parlamento funciona según la mecánica de grupos en cerca de un 80 por ciento de los asuntos importantes, si bien en este caso podría darse una discrepancia de voto entre los españoles y los colegas de los demás países.

Los socialistas europeos están hablando con todos los líderes, también con los del Partido Popular Europeo, y Barón aseguró que los argumentos en los que se basa la iniciativa "tienen acogida" en muchos de ellos.

Barón subrayó que los miembros de Batasuna, formación incluida en la lista de grupos terroristas de la Unión Europea, no pueden acceder al Parlamento Europeo para asistir a este debate. Sin embargo, es posible que pudieran hacerlo como personas individuales en condición de ciudadanos europeos.