Las nuevas cuantías del SMI representan un incremento del 2% respecto a las del año 001 y serán aplicadas a partir del 1 de enero de 2002, tanto para los trabajadores fijos como para los eventuales o temporeros, así como para las empleadas de hogar.

Para establecer el salario mínimo de cada año se toma en consideración de forma conjunta el IPC, la productividad media nacional alcanzada, el incremento de la participación del trabajo en la renta nacional y la coyuntura económica general.

Según explicó en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros el titular de Trabajo y suntos Sociales, Juan Carlos Aparicio, la subida del 2% responde al objetivo de inflación marcado por el Gobierno y por el Banco Central Europeo.

En su opinión, sería "deseable y oportuno" un mayor incremento de este salario, pero el hecho de que el SMI sea un indicador de referencia a la hora de acceder a becas o a viviendas de protección oficial hace difícil su aplicación.

Sin embargo, los sindicatos pidieron al Ejecutivo una subida bastante mayor del salario mínimo, en concreto del 7%, que ha ido refrendada por los partidos políticos de la oposición, caso de IU, que también pedía un 7%, o el PSOE, que consideraba necesaria una subida del 5%.