En el expediente de regulación de empleo se incluye un ofrecimiento de recolocación para el 85% de los 1.411 trabajadores, como consecuencia de la producción descentralizada a través de empresas filiales de Sintel.

Según informó la compañía, durante los últimos años se ha intentado un cambio sustancial en las condiciones económicas y laborales que permitiera a Sintel ser viable y competitiva más allá de 1998, fecha en la que finalizan los acuerdos establecidos con Telefónica tras la venta de l compañía al grupo norteamericano MasTec.

Estos intentos no tuvieron la acogida esperada por parte de los sindicatos, argumenta la empresa, por lo que se planteó el expediente de regulación de empleo.

Además, la situación económica de Sintel se ha visto deteriorada por un descenso en las ventas y en la producción, por unos costes directos de personal no competitivos y por un personal de estructura en exceso. Así, el expediente está planteado para mantener la viabilidad de la compañía y su superviencia.

La dirección de la empresa confía en llegar a un acuerdo con los representantes de los trabajadores que permita, de forma pactada y ordenada, la reorganización de sus actividades y garantice el futuro de las mismas. La actual situación, argumental Sintel, sin aplicar el plan de viabilidad propuesto, llevaría a una situación de disolución forzosa a partir de 1999 y a la quiebra técnica al siguiente año.