Laboral

La siniestralidad laboral afecta en mayor medida a trabajadores extranjeros y a fijos discontinuos

- Según CCOO, que pide impulsar la internalización de la prevención de riesgos laborales en las empresas

MADRID
SERVIMEDIA

Los accidentes de trabajo se redujeron en 2023, en parte por la bajada de casos de covid-19, aunque la incidencia sigue siendo mayor en el caso de empleados fijos discontinuos y con contrato temporal, así como en el caso de personas migrantes, que suelen trabajar en condiciones de mayor precariedad.

Así lo recoge un estudio sobre siniestralidad laboral y enfermedades profesionales correspondientes al año 2023, elaborado por CCOO y presentado en rueda de prensa por el secretario confederal de Salud Laboral y Sostenibilidad Medioambiental del sindicato, Mariano Sanz, y la adjunta de la Secretaría, Carmen Mancheño.

En 2023 se produjeron un total de 1.194.907 accidentes de trabajo, de los que in itinere fueron 590.293, un 1,1% menos que en 2022. Mientras, la incidencia de los accidentes con baja en jornada disminuyó un 4,8%.

Sin embargo, el estudio precisa que “conviene analizar este dato con prudencia”, ya que el descenso en términos absolutos se debe, fundamentalmente, a la enorme disminución respecto a 2022 de la notificación de accidentes por covid-19 en las actividades sanitarias y de servicios sociales. Tanto así que si se descontaran los casos de covid, 2023 mostraría un aumento de los accidentes con baja en jornada tanto en términos absolutos como en índices de incidencia. De hecho, un buen número de secciones de actividad ya muestran en 2023 repuntes en su incidencia.

El indicador que sí ha disminuido con mayor fuerza es el de muertes por accidentes laborales, con una caída de 105 óbitos.

La incidencia de los accidentes con baja in itinere acumulan un tercer año de crecimiento tras su hundimiento en 2020 producto de la pandemia. En 2022 y 2023 los aumentos fueron más moderados que en 2021, “por lo que todo apunta a una estabilización, pero situándose a un nivel ligeramente inferior al del periodo prepandémico”, según CCOO. En el acto, Mariano Sanz explicó que esto se debe en buena medida al descenso del teletrabajo.

TERRITORIOS

Por territorios, las cifras más altas de accidentes con baja en jornada las volvieron a presentar Baleares, La Rioja y Cantabria, mientras que Madrid, Catalunya y Ceuta tienen los índices de incidencia menores. En cuanto a los accidentes mortales en jornada las diferencias son mucho más acusadas y los niveles más altos corresponden a La Rioja, Melilla y Cantabria.

Los siniestros tienen un marcado perfil masculino. Un 71% de los accidentes en jornada lo sufren los hombres, un porcentaje que se incrementa a medida que aumenta la gravedad, alcanzando el 94% de los mortales. Eso sí, hay cuatro secciones de actividad en las que hay una mayor incidencia femenina: actividades financieras y de seguros, sanidad y servicios sociales, educación y actividades de organizaciones y organismos extraterritoriales.

Los accidentes con baja in itinere, en cambio, muestran un perfil femenino: el 54% de ellos corresponde a mujeres, un fenómeno que se viene repitiendo desde 2009. “Algunas de las causas que pueden explicar esta circunstancia son el mayor porcentaje de mujeres con contratación a tiempo parcial y la mayoritaria asunción por parte de las trabajadoras de las tareas de cuidados de la familia y del hogar”, subrayó Mariano Sanz, que indicó que, en consecuencia, realizan más desplazamientos y tienen un mayor riesgo de sufrir accidentes.

Con todo, la siniestralidad mortal in itinere vuelve a tener un perfil masculino, un 81% de los accidentes en hombres, probablemente asociado al mayor uso de los varones del automóvil particular como modo de desplazamiento al trabajo.

PRECARIEDAD

Por otro lado, el informe advierte de que la precariedad incrementa las posibilidades de sufrir un accidentes de trabajo. “El tipo de contrato siempre ha sido un factor determinante en la siniestralidad y actualmente estamos empezando a ver los efectos de la reforma laboral en la misma”. Ahonda el sindicato.

En concreto, los contratos temporales siguen teniendo una incidencia superior a los indefinidos, pero en 2023 la diferencia fue sólo del 20% frente al 73% que mostraban en 2021. Mientras que en los contratos temporales se ha producido un descenso de la incidencia del 22% en los dos últimos años, en el conjunto de los indefinidos se ha experimentado un aumento del 12%, destacando el repunte del 34% de los contratos fijos discontinuos. De hecho, esta modalidad de contrato ha pasado a ser la que registra una incidencia más alta.

Que las peores condiciones de trabajo se reflejan en la siniestralidad se ejemplifica en el informe con que los extranjeros tienen una mayor incidencia, especialmente en el caso de los procedentes de Guinea Bissau, Ecuador y Marruecos, quienes casi duplican la incidencia media.

“Es significativo que todos los países africanos cuyos datos aparecen en las estadísticas oficiales superan el índice general, algo que también sucede en buena parte de los de Latinoamérica y tres países europeos: Portugal, Rumanía y Bulgaria. Los datos de siniestralidad por nacionalidad se mantienen a lo largo de los años, por lo que la especial incidencia de la población migrante es una característica estructural en España”, especifica el estudio.

EVALUACIÓN DE RIESGOS

En otro orden de cosas, en un 36% de los partes de accidentes con baja en jornada se indica la falta de evaluación de riesgos en la empresa, una obligación legal desde el año 1996.

Asimismo, CCOO alerta de la falta de registro de las enfermedades profesionales y del sesgo de género en las mismas en perjuicio de las mujeres. Además, la duración media de los partes cerrados de enfermedades aumentó de los 60 días en 2012 a los 107 en 2023. “El motivo puede ser el del retraso en el diagnóstico de estas patologías, con lo que las personas afectadas llegan más deterioradas al tratamiento, prolongándose su tiempo de recuperación”, argumenta el informe.

En cuanto a la exposición a agentes tóxicos, CCOO señala que en lo que va de siglo XXI se asiste a una “reemergencia” de la silicosis. Desde 2000 a 2023 el número de partes de enfermedades profesionales por silicosis se ha multiplicado por 33. Ninguna otra enfermedad profesional presenta una evolución similar en España.

“El motivo fundamental de esta reemergencia es la introducción de los aglomerados de cuarzo en el mercado en los años 90, que han desplazado en gran medida a otros materiales como la piedra natural que tiene un menor contenido de sílice cristalina, agente químico responsable de la silicosis y de cáncer de pulmón. También ha contribuido en mucha menor medida la mejora de la notificación en algunos sectores”, indica.

INTERNALIZACIÓN DE PREVENCIÓN

En este contexto, el informe plantea propuestas como una “mayor ambición” del Ministerio de Trabajo en la mesa de diálogo social con sindicatos y patronal para adoptar medidas. Igualmente, pide cambios legales para impulsar la internalización de los servicios de prevención de riesgos laborales y salud laboral.

“El proceso de concentración de los Servicios de Prevención Ajeno ha transformado el sector en un oligopolio con el consecuente deterioro del servicio que prestan”, enfatiza el informe.

Reforzar la protección ante agentes cancerígenos; fortalecer la prevención de riesgos psicosociales y atender a los riesgos de la digitalización; reforzar la Inspección de Trabajo; crear juzgados especializados en salud laboral, y publicar listados de empresas con sanciones graves o muy graves por incumplir la ley de prevención; son otras de las propuestas enumeradas por CCOO.

(SERVIMEDIA)
17 Abr 2024
DMM/gja