Con motivo de la celebración el 21 de octubre del Día Nacional del Síndrome del Intestino Irritable, la FEAD busca concienciar sobre esta patología incidiendo en la importancia del diagnóstico basado en criterios de síntomas. El SII es un trastorno funcional digestivo, caracterizado por una disfunción del eje intestino-cerebro y cuyos síntomas provienen del intestino delgado y del colon.

A este respecto, la secretaria de la FEAD y médico adjunto del servicio de Aparato Digestivo del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, la doctora Carolina Malagelada, destacó que “hasta un 40% de la población mundial presenta síntomas digestivos de tipo funcional y entre un 10 y un 15%, es decir, entre una y dos personas de cada diez, pueden tener síntomas compatibles con el SII”.

Con todo esto, el SII es muy fácilmente confundible con otras patologías con las que comparte síntomas, de aquí la importancia de excluir otras enfermedades antes de dar una valoración final en positivo.

Los síntomas de este trastorno se centran en dolor o molestia abdominal asociado con cambios en el hábito defecatorio. Dentro de esto, hay varios subtipos como el subtipo diarrea, el subtipo estreñimiento y un grupo denominado como subtipo mixto.

CALIDAD DE VIDA

“Lo importante es que haya una molestia o dolor abdominal de más de seis meses de evolución acompañado de un cambio en la frecuencia o consistencia de las deposiciones”, apuntó la doctora Malagelada, razones por las que es una de las enfermedades que más afecta la calidad de vida de los pacientes.

Además, puede haber otros síntomas que lo acompañan, como la distensión abdominal o sensación de hinchazón o flatulencia, entre otros. Por otro lado, “los pacientes suelen referir que factores relacionados con el estilo de vida, como la alimentación y el estrés influyen negativamente en los síntomas”, concluyó la experta.

Igualmente, la sobreinformación en internet y el aumento de consultas por trastornos funcionales reflejan una mayor conciencia de la población sobre la salud digestiva.

El diagnóstico está basado en los criterios de Roma, basados en la frecuencia y duración de los síntomas. En este sentido, “es importante señalar que no existe una prueba diagnóstica para identificar el SII”. Por eso, “realizamos un diagnóstico tras excluir otras enfermedades digestivas mediante las pruebas que consideremos necesarias”, señaló la doctora.

Una vez se alcanza el diagnóstico de intestino irritable, “debemos comunicarle al paciente nuestra sospecha diagnostica de que se trata de un Síndrome del Intestino Irritable, en lugar de repetir múltiples pruebas cuyos resultados dan valores normales”.