Los portavoces de ambas organizaciones sindicales dijeron a Servimedia que el uso del arma debe hacerse de manera proporcional y que, en todo caso, lo que habría que hacer es mejorar las leyes en otros ámbitos para mejorar la lucha contra el terrorismo islamista.

Estos representantes policiales valoraban así lo dicho ayer por Francisco José Hernando, presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, quien justificó que la Policía británica dispare a matar en casos extremos, ya que la lucha contra el el terrorismo islamista forma parte de la "Tercera Guerra Mundial".

José Manuel Sánchez Fornet, secretario general del SUP, dijo estar de acuerdo con que nos enfrentamos a una Tercera Guerra Mundial, pero añadió que sus homólogos británicos cometieron "un grave error policial y una negligencia que, a mi juicio, no se produciría en España" cuando la pasada semana abatieron a tiros en el Metro de Londres a un brasileño al que confundieron con un terrorista suicida.

PROPORCIONALIDAD

Sánchez Fornet dijo que una regla muy importante es "que el arma hay que utilizarla siempre con proporcionalidad en defensa de la integridad física o de la vida de los ciudadanos o la propia", al tiempo que insistió en que los policías del Reino Unido se equivocaron en la intervención que acabó con la muerte del ciudadano brasileño.

Argumentó que si los agentes británicos pensaron que el fallecido era un terrorista suicida, debieran haberle parado al momento y no someterle a un seguimiento que acabó en un vagón del suburbano cuando abrieron fuego sobre el sospechoso. Añadió que nunca debe hacerse frente a un terrorista suicida "cuerpo a cuerpo", sino que debe llevarse a cabo "a distancia o no hay nada que hacer".

Por su parte, Isidoro Zamorano, portavoz de la CEP, estimó inadecuado el concepto de "Tercera Guerra Mundial", ya que genera "un poco de alarma", al tiempo que cuestionó la orden de "disparar a matar", porque el terrorismo islamista debe afrontarse con más información y análisis de la misma.

Añadió que antes de recurrir a la instrucción recibida por los policías británicos, "tenemos que utilizar los medios que nos da el Estado de derecho y ampliar esos medios para garantizar la seguridad de los ciudadanos".