Las organizaciones sindicales desmintieron que en las viviendas del Cuerpo Nacional de Policía haya cámaras de televisión, alarmas y sirenas, como aseguró el ministro en su comparencia ante la Comisión de Justicia e Interior de la Cámara Baja.

Según los sindicatos, estas medidas de vigilancia sólo existen cuando en el inmueble reside algún ato cargo del cuerpo y son los agentes quienes por iniciativa propia, "quitándose horas de dormir", realizan patrullas a pie para proteger sus viviendas.

Esta práctica es bastante usual en Euskadi, donde el riesgo de atentados es mayor, y la realizan la mayor parte de los agentes allí destinados.

Para la Unión Federal de Policías (UFP), Interior ejerce una "política de máxima frivolidad" al encargar a una empresa de seguridad un informe de este tipo. "Nos gustaría saber qué va a hacer esa empresa on los datos confidenciales que obtenga", aseguró un portavoz.

En su opinión, tan malo es tener unas nulas medidas de seguridad como caer en el exceso, "porque entonces los policías residirían en guetos y estarían aún más aislados socialmente de lo que están en la actualidad".

El Sindicato Profesional de Policía Uniformada (SPPU) estima que la solución sería facilitar créditos blandos a los agentes para que pudieran adquirir pisos propios, aunque todo lo que sea incrementar la vigilancia es "posiivo".

Según la Asociación Nacional de Policía Uniformada (ANPU), tanto la Dirección General de la Policía como el Ministerio del Interior poseen la suficiente información respecto a las medidas de seguridad existentes en las viviendas de los agentes.

Por ello, ANPU considera "injustificable" encargar un estudio sobre el tema a una empresa privada.