Sobre esta cuestión, el secretario general del SUP, Jos Manuel Sánchez Fornet, declaró a Servimedia: "Me decanto por la presunción de inocencia, pero dejando claro que, cualquier policia que agrede a un ciudadano, independientemente de su etnia, sea español o extranjero, no merece ser policía".

En tal sentido, el secretario general de ANPU, Enrique Gómez, agregó la necesidad primera de "demostrar que las declaraciones del agredido son ciertas, aunque eso dependerá del Juzgado" que lo investigue.

Ambos sindicatos coinciden en que existe otra posibilidd opuesta a la versión del agredido. Por una parte, Sánchez Fornet apuntó que "es más probable que quisieran detenerle y haya opuesto resistencia y, por ello, hayan tenido que agredirle".

Por otra, Gómez señala que "muchas veces hay extranjeros que vienen a España y quieren quedarse como sea, por eso, la mayoría comenten delitos para no ser expulsados, e incluso atacan a los policías para que tengan que intervenir y reducirles a la fuerza y así, después, poder denunciar a los policías por malos tratos.

En todo caos, Sánchez Fornet afirmó que "exigimos máximo respeto por parte de los componentes del Cuerpo a todos los ciudadanos, e incluso, especialmente, a los marroquíes, porque hoy está considerado un colectivo sensible".

Los dos sindicatos agregaron que todo queda supeditado a la decisión del juez y que, en el caso de considerarles culpables de agresión, dependerá del fallo del juez el que sean inhabilitados, suspendidos de empleo y sueldo durante 3 años, e incluso expulsados, si así lo conidera oportuno la autoridad que vela por el cumplimiento del régimen disciplinario policial.