Baltasar Garzón ordenó el pasado viernes la detención de uno de los máximos responsables de la Ucifa, el comandante José Ramón Pindado, así como de otros miembros de la Benemérita, a quienes se les implica en la desaparición de importantes cantidades de cocaína y dinero, la aceptación de sobornos y el pago a confidentes con estupefacientes.

Un portavoz de Anpu indicó a Servimedia que el pago a confidentes con droga era una práctica que estuvo relativamente extenida entre las fuerzas de seguridad hace unos años, aunque en la actualidad "afortunadamente se está erradicando", debido en parte a las circulares internas del Ministerio del Interior insistiendo en este sentido.

Tras censurar ese tipo de conductas, agregó que que esa clase de actuaciones "persiguen un bien más amplio del daño que causa", lo que no quiere decir que las justifiquen, ya que son "manifiestamente ilegales".

No obstante, matizó que a los miembros de la Benemérita presuntamente implicaos en estos hechos "no se les puede medir con el mismo rasero que a un delincuente normal, porque ellos en cualquier caso van persiguiendo un fin bueno, tratan de perseguir un bien para la sociedad".

Por su parte, otras fuentes policiales consultadas por Servimedia justificaron la presunta actuación de los miembros de la Benemérita detenidos de pagar a sus confidentes con droga decomisada diciendo que "es una práctica socialmente productiva".

Resaltaron que, con ella, los agentes están tratando d hacer "un bien social", ya que no pretenden lucrarse personalmente, sino actuar en beneficio de la sociedad.

Explicaron que un confidente no actúa por nada, sino que actúa cuando "le das cacho", por lo que, a su juicio, el pago con droga es un "arma de trabajo importante que no supone un coste para nadie".