Los trabajadores, que reclaman mejoras salariales y más seguridad en sus puestos de trabajo, están dispuestos a mantener el paro hasta lograr que los empresarios acepten negociar un convenio "aceptable".

El secretario general de UGT de Galicia, Xesús Mosquera, denunció que los empresarios provocan a los trabajadores "aprovechando la huelga para despilarrar dinero en partidas de bolos con botellas de güisqui, pagar comidas a 50.000 pesetas el cubierto o poner 300.000 pesetas sobre una barra americana para cerrarla".

Por su parte, Manuel Mera, portavoz de CIG, advirtió que "Galicia puede convertirse en un polvorín si el Gobierno o la patronal no hacen nada para impedirlo".

Además de la huelga de las pizarras, sector en el que trabajan unas 8.500 personas, el dirigente del sindicato nacionalista señaló que en numerosas empresas de la comarca de igo "se vive un momento de grave crisis".