Así lo trasladaron los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, respectivamente, en una asamblea informativa en Madrid que celebraron conjuntamente para defender la reducción de la jornada laboral.

El líder de CCOO afirmó que a la negociación sobre la reducción de jornada entre el Ministerio de Trabajo y Economía Social y las patronales “no le quedan muchas reuniones” y el Gobierno “se va a tener que posicionar” respecto a si cierra un acuerdo bipartito o no. Así, Sordo cargó, de un lado, contra la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) señalando que “es evidente” que intenta dilatar la negociación y tiene una actitud de “bloqueo” porque “no tiene incentivos para acordar”. “Hay que forzar la opinión de CEOE señalándolos como los principales responsables” de que no salga adelante un acuerdo a tres bandas, dijo Sordo.

De otro lado, el líder de CCOO miró a “otros actores” a los que “hay que apelar”. Apuntó que los sindicatos se reunirán con todos los partidos salvo “con la extrema derecha” de la que dijo que “son el mejor ejemplo” de que “trabajando menos que el sastre de Tarzán se puede tener un resultado político productivo”.

Sordo advirtió de que van a “retratar” a los partidos con esas reuniones y animó a “problematizar políticamente la reducción del tiempo de trabajo” y que “tenga un coste político” para quienes se posicionen en contra. En este punto, Sordo comparó a “un especulador del barrio de Salamanca” con “un especulador de Pedralbes o un especulador de Neguri” y criticó que “ha habido mucha gente que ha querido tapar en las banderas lo que son políticas abiertamente en contra de las mayorías sociales” en referencia a partidos nacionalistas.

También, “hay que socializar este problema”, proclamó Sordo. Defendió no dar “derecho de veto a nadie” y “apretar” y “dar al clavo martillo” para que se reduzca por ley la jornada de trabajo.

Por su parte, el máximo responsable de UGT se alineó manifestando que los grupos parlamentarios se deberán pronunciar en el parlamento “dentro de unos días” y los acusó de utilizar a los trabajadores “de rehenes”.

“De los empresarios no tenemos que esperar mucho” a tenor de su posición en otras leyes que amplían derechos para los trabajadores, según Álvarez. “Queremos reducir el tiempo de trabajo porque queremos vivir mejor, con más salud, con más tiempo y repartiendo la riqueza que se genera”, argumentó en favor de la medida y anticipó que esta “batalla” la van a “ganar” los sindicatos.