Según informó Fecoma-CCOO, la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) "impide" el acuerdo del XVII Convenio Colectivo, "retira 10 millones de euros de beneficios, y condena a los trabajadores de Tragsa a perder poder adquisitivo".

El sindicato denunció que "el capital destinado al pago de salarios de los trabajadores ha disminuido", a pesar de que se han obtenido más de 25 millones de euros de beneficios y que se haya superado la producción prevista en más de un 35%.

"Podemos afirmar que producimos más, generamos más beneficios y cobramos menos", insistió el sindicato.

La representación de los trabajadores asegura haber "sido paciente, y ha tratado de mantener la paz social dentro de la empresa durante 20 meses, explorando y proponiendo alternativas que pudieran desbloquear la situación, llegando a ceder en nuestras reivindicaciones, hasta la mínima expresión admisible".

Por lo tanto, ante una posición "inflexible de la SEPI y los órganos de control de Tragsa, que quieren exprimir y explotar más aún a sus trabajadores, a costa de no garantizar el poder adquisitivo, y haciendo oídos sordos a las reivindicaciones que mantenemos, ha llegado el momento de demostrar que nuestros derechos no pueden ni deben ser pisoteados".

Por estos motivos, convocan huelga para los días 7 y 8 de octubre y concentración para el día 7 de octubre. Se trata de "movilizaciones que, hasta la fecha, no tienen precedentes en nuestra empresa, pero que son sobradamente justificables, ante la sinrazón caciquil que nos quieren imponer", agregan.