Según explicó a Servimedia Rafael López, secretario de Actividades Diversas de CCOO, a pesar de que el comité de empresa comenzó a negociar el convenio hace ms de un mes, hasta hoy no han conseguido ningún avance en las conversaciones, "debido a la cerrazón de la empresa".

López señaló que las conversaciones están prácticamente en un "callejón sin salida", por lo que ayer las asambleas de trabajadores autorizaron al comité de empresa para convocar la huelga cuando le pareciese oportuno.

Las reivindicaciones de los trabajadores se centran principalmente en tres puntos: un aumento salarial cercano al 9 por ciento, reducción de 39 a 35 horas la jornada lboral y la participación de los empleados en el servicio médico de la empresa.

"Sin embargo", señaló López, "la empresa sólo ofrece un aumento del 6 por ciento en los salarios, y ni siquiera ha propuesto una reducción de la jornada laboral".

El secretario de CCOO afirmó que no comprende la actitud de la empresa adjudicataria, ya que, a su juicio, tiene una capacidad económica suficiente para poder afrontar las peticiones de los trabajadores.

No obstante, mostró su esperanza en que los trabajdores no tengan que llegar a esta situación, aunque indicó que no descarta que la huelga se lleve a efecto debido a la actitud de las empresas, que siguen las directrices de recortar gastos a costa de que los trabajadores "se aprieten los cinturones".

Asimismo, indicó que, por el momento, el Ayuntamiento de Madrid no ha intervenido en este conflicto, "ya que no se lo hemos pedido porque el tema de la negociación colectiva es un asunto entre la empresa y los trabajadores", dijo.

A pesar de ello, airmó que si no hay acuerdo en la negociación del convenio la responsabilidad será de Focsa y, en ese caso, la Casa de la Villa deberá presionar a la empresa para intentar solucionar el conflicto.

De llevarse a cabo la huelga, a la que están convocados los 1.300 trabajadores que componen este servicio, miles de toneladas de basura quedarían sin recoger en todos los distritos de la capital.

Esta situación provocaría una situación de falta de higiene aún peor que cuando el pasado 24 de enero los traajadores de recogida de basura se negaron a retirar de las calles las bolsas que estuviesen fuera de los contenedores.

Este conflicto provocó que más de 700 toneladas de desperdicios quedasen sin recoger cada día y se acumulasen en las aceras de la ciudad.