Estos sindicatos han convocado huelga en dicha empresa desde las 4 horas del día 11 hasta las 6 horas del día 13, para oponerse a la privatización y denunciar ante la opinión pública las negativas consecuencias que, en su opinión, se derivarán de esa medida aprobada por el Gobierno.

A su juicio, "se pretende malvender una empresa rentable, eficaz, y que por su renovación de flota, por el cumplimiento de la jornada laboral de sus trabajadores (lo que siempre es una garantía añadida de seguridad par los viajeros), por sus tarifas fuertemente competivas y beneficiosas para los ciudadanos y por un largo etcétera, debería ser utilizada como referencia en un sector como en el del transporte de viajeros en el que no abundan estas características".

Estos sindicatos consideran que no hay ninguna razón para la privatización, salvo "un ofrecimiento barato a lo empresarios del sector para que algunos consoliden sus posiciones, a costa de una empresa más que apetitosa".

En su opinión, "el proceso de privatización ha estado marcado por el secretismo, por declaraciones informales y contradictorias no sustentadas en ningún documento, por las prisas, por la negativa de abrir un cauce de diálogo con los sindicatos cuando no existe ninguna garantía de manteminiento de los puestos de trabajo y por la más que posible adjudicación a previsibles interesados, obviando lementos básicos de concurrencia".